Las repercusiones sobre la represión y los incidentes que se vivieron en las inmediaciones y dentro del Congreso, cuando en la Cámara Baja se disponía a tratar la reforma previsional, continúan. Ahora fue la palabra del diputado Máximo Kirchner las que sumaron nuevas controversias a la norma que volverá a debatirse el lunes, en el parlamento. «No creo que encuentren una imagen como la del otro día durante la ‘dictadura K'», aseguró el legislador.
Durante una entrevista en el programa Toma y daca, que se emite por radio El Mundo, el referente de La Cámpora afirmó que “el gobierno y algunos gobernadores del PJ hicieron una suerte de coalición de Gobierno, eso está claro, al menos por lo que uno puede ver hasta acá. Entonces es posible que tengan el número, pero aún así se puede debatir, de hecho nosotros propusimos incluso debatir en enero si hacía falta, porque hay otras leyes que el Gobierno quiere votar, pero de buenas a primeras apuraron el paso y se suscitó lo que todos pudimos ver el jueves”, agregó.
«Esta reforma va a ser una aspirina y en dos o tres meses vamos a ver otra vez al Congreso votando medidas contra la gente», aseguró el diputado y agregó: «Estamos preparados para el debate. Argumentos en este caso es lo que sobra», aunque lamentó que existan “montón de cuestiones que nos alejan de la discusión central que si a los jubilados les recortan o no. Eso es lo que hay que debatir”.
Asimismo, aseguró que “tiene la esperanza de que algunos diputados honren los motivos por los que fueron elegidos, que era que ante este tipo de situaciones no prestar su presencia ni su voto, para que todos los que van a ser alcanzados, 17 millones de personas, sean perjudicadas”, y recordó que “en la última campaña electoral muchos se comprometieron a no votar una reforma previsional ni perjudicar a los más débiles”.
“Se vienen aprobando leyes que generan problemas por los que después hay que andar votando otras leyes para corregir lo que generaron las anteriores. Estas leyes económicas, no por la experiencia lejana sino cercana en la Argentina, no funcionaron ni van a funcionar. Se da un caso extraño que es que ni siquiera con la gente afuera cierran los números”, sentenció el legislador por el Frente para la Victoria.
Y agregó que “con estos modelos económicos neoliberales las provincias patagónicas son las primeras que empiezan a sentir de conflictos porque el retiro del Estado es muy notorio. Y va a ser cada vez peor, que nadie piense en esas provincias que el problema se va a arreglar porque la propia contracción monetaria va a ser que cada vez se recaude menos”.
Ante la consulta sobre el papel de CGT y el anuncio del paro, el hijo de CFK admitió que “si la CGT paraba por Ganancias cómo no van a parar por los jubilados. Los trabajadores son solidarios más allá de lo que hagan sus dirigentes y se van a expresar mañana”.
Luego, habló sobre lo ocurrido en los alrededores del Congreso y afirmó: “Le planteamos a Monzó que teníamos menos diputados, que algunos estaban incluso en la enfermería, pero que en esas condiciones no se podía debatir. Y podíamos decirlo porque siempre dimos todos los debates, aún sabiendo que perdíamos» y sentenció: «El despliegue de fuerzas de seguridad que vimos el otro día del Congreso no lo vimos nunca, y a nosotros nos acusaban de ser una Dictadura, nos llamaban ‘régimen’”.
«No se podía sesionar a espaldas de la represión que se estaba dando y a una cacería posterior que se había desatado”, aseveró Máximo Kirchner y advirtió que “al no tener el pulso de la calle, el Gobierno debe confiar en los informes que le brindan las fuerzas de seguridad, y eso sumado a que los medios de comunicación dicen lo que ellos quieren, está todo bien, se retroalimentan y se da la situación de que piensan que en la calle pasa una cosa cuando en realidad pasa otra”.
Lo cierto es que el jueves, el escándalo se dio tanto en las calles porteñas como en las puertas del parlamento nacional, ya que tanto el hijo de la expresidenta como Axel Kicillof, Andrés «El Cuervo» Larroque, Eduardo Wado De Pedro y Nicolás del Caño, entre otros, forcejearon con la Gendarmería en la entrada del Congreso. Según explicaron, los agentes de seguridad les impidieron la entrada al edificio a los legisladores que recién asumieron, porque todavía no tienen credenciales.
Para finalizar, el legislador kirchnerista se refirió a la situación judicial que atraviesa a toda la familia K y afirmó que “la justicia persigue a los hijos de Cristina para tenerla de rehén. Históricamente se agarraron con los hijos, es una práctica casi mafiosa”, y sentenció que “Florencia (Kirchner) en una causa por asociación ilícita y Sturzenegger manejando el Banco Central del país. Es la paradoja del país”.