El primer tramo de la Ruta Nacional 8, que pasará a ser una de doble mano, fue inaugurada hace pocos minutos por el presidente argentino, Mauricio Macri. El jefe de Estado estuvo acompañado por la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, y el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich.
En tanto, el acceso tendrá ahora dos calzadas, con dos carriles por sentido cada una, entre Parada Robles, en Exaltación de la Cruz y el acceso a la localidad de San Antonio, beneficiando así a miles de vecinos que transitan por el lugar a diario.
“Nosotros podemos cambiar la realidad. Los argentinos trabajando juntos podemos hacer cosas valiosas para nuestro futuro. Cerramos diciembre completando 619 mil toneladas de pavimento puesto en nuestro país. Es un record y vencimos una cifra que estaba hace 20 años”, contó Macri, en medio de la Ruta 8.
En ese sentido, el mandatario advirtió que recibieron en el 2015 más del 60 por ciento de las rutas bajo la categoría de “no seguras para la circulación”. “A ese nivel de degradación habíamos llegado”, se lamentó.
Asimismo, advirtió: “Tenemos un vialidad que con 20 por ciento menos de presupuesto ha hecho un 50 por ciento más de kilómetros de ruta. Tenemos que llegar hasta Pergamino y les prometo que antes del fin del 2019 vamos a ver terminado los ocho tramos de la ruta gracias a que pusimos en marcha un plan de infraestructura único en nuestra historia”.
Por su parte, Vidal destacó que la obra inaugurada hoy es “sólo una de miles” que se “están ejecutando” en la Provincia y manifestó que el avance en las tareas se debe a que Cambiemos trabaja “en equipo”.
“La Ruta 8 es una ruta que se prometió hace más de 10 años y que desde diciembre de 2015 el Presidente y todo su equipo pusieron en marcha. Es muy lindo poder ver una obra terminada, pero es mucho más lindo decir que es una entre miles en Buenos Aires”, aseguró la gobernadora bonaerense.
Además, Vidal no le escapó a un “tema caliente” de los últimos días y se refirió a la situación de “privilegio” que aprovecharían “funcionarios” y “gremialistas”. “Los que llegan a la mesa de decisión de los gobiernos tienen privilegios, los dirigentes gremiales y empresarios tienen privilegios. Nuestra responsabilidad es la de representar a esos 16 millones que se levantan todos los días a trabajar”, sentenció.