En un nuevo capítulo de la causa de los cuadernos de las coimas K, el juez Claudio Bonadio entregó anteayer al titular del Archivo General de la Nación Emilio Perina una carta de 1835 del general José de San Martín y un documento escrito por Hipólito Yrigoyen que se sustrajeron tras un allanamiento en la casa de Cristina Kirchner en El Calafate. El resultado de todo este proceso derivará en otro escándalo: los documentos provendrían del mercado negro de documentos históricos.
«Todo indica que las cartas de San Martín y el documento Yrigoyen que la justicia sustrajo de la casa de la ex presidenta y que se entregaron bajo custodia al Archivo General de la Nación son auténticos y que provienen del mercado negro«, explicó Perina a Infobae. Ahora el director del Archivo General deberá hacer un rastreo, «que no será fácil» aclaró, en referencia a la búsqueda del origen de esa documentación.
Perina entregará en las próximas horas una carta al ministro del Interior, Rogelio Frigerio, del cual depende orgánicamente, para transmitirle que recibió la documentación sustraída por la Justicia en la casa de Cristina Kirchner y que esas cartas que le entregó Bonadio se pusieron bajo guardia judicial en el Archivo General de la Nación.
«El expediente de Yrigoyen claramente es del mercado negro porque sabemos que estaba en custodia del archivo de la Policía Federal», sostuvo Perina, quien a partir de ahora creará una suerte de Fondo de Colección de Materiales Recuperados con la colaboración de Interpol para evitar el tráfico ilegal de documentación histórica en la Argentina.
Dudas y derroteros de la carta de San Martín
Perina cree que la carta escrita por San Martín a O’Higgins que se encontró en la casa de Cristina Kirchner en El Calafate debería estar en el Archivo General de la Nación.»Son documentos que pueden llegar a valores insospechados. Nunca falta ese loco capaz de pagar cientos de miles por ver una carta firmada por San Martín», dijo el director del Archivo General de la Nación.
A la vez, Graciela Swiderski, jefa de la Biblioteca y Archivos Escritos del Archivo General de la Nación dijo que Cristina Kirchner «deberá demostrar dónde obtuvo la carta de San Martín» ya que se lo exige la ley.
Concretamente, la ley de patrimonio histórico prevé en sus artículos 19 y 26 que los documentos históricos que están en poder de privados deben ser denunciados a las autoridades del Archivo General de la Nación. Y la no observancia de esto implicará un «ocultamiento» de esa información y por ende un delito.
No hay plena certeza de que la carta de San Martín que tenía la ex presidenta bajo llaves en una caja fuerte en su casa de El Calafate haya estado en el Archivo General de la Nación previamente.
Por ejemplo, Sergio Baeza, presidente de la Sociedad Chilena de Historia y Geografía y Director del Archivo de don Bernardo O’Higgins, expresó a Infobaeque esa carta «debió estar en el Archivo Vicuña Mackenna que se conserva en nuestro Archivo Nacional de Santiago. Hace unas tres décadas, el Archivo se trasladó de lugar y hubo una importante sustracción de documentos. Me correspondió ser Fiscal del Sumario Administrativo que debió sustanciarse. La mayor parte de los documentos no apareció nunca. Es posible que se hayan vendido en Buenos Aires, por contener la firma del Libertador General San Martín», dijo.
De esta manera, Baeza, quien también es autor del libro sobre «O’Higgins y San Martín. Sus cartas. Un mandato de fraternidad», también puso en tela de juicio el origen de la carta que estaba en la casa de El Calafate de la ex presidenta. Abonó la misma teoría que tiene Perina: que la misiva del general San Martín provendría del mercado negro de documentos históricos.
Roberto Colimodio, un reconocido historiador sanmartiniano, reconoció a Infobaeque «esta carta transcripta y publicada por el Archivo de O’Higgins en Santiago de Chile, tendría que haber estado en poder trasandino pues allí fue remitida».
A la vez, Colimodio destacó que, si bien hoy existe una ley al respecto de la posesión de documentación en manos de privados, en el siglo XIX era común que diversos papeles pertenecientes a nuestros próceres fueran coleccionados por historiadores en forma particular y «pasados de mano en mano» como obsequio o mediante adquisición. Así se fueron creando los Fondos Documentales, hoy en poder del Archivo General de la Nación y otros archivos provinciales y nacionales
La carta sanmartiniana que estaba en poder de la ex presidenta se encuentra fechada en París en el mes de diciembre de 1835. Según dijeron varios historiadores consultados, se puede suponer que se trata de la carta cuyo contenido es conocido desde hace décadas y en la que San Martín escribió a su «Compañero y querido amigo» preocupado por no recibir noticias de O’Higgins desde hace «más de tres años» en la que el Libertador le pide: «Sáqueme usted, mi buen amigo, de esta cruel incertidumbre, escribiéndome cuatro letras, de tiempo en tiempo».
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