La tarde del lunes miles de manifestantes coparon las calles de distintos puntos del país en lo que se denominó el ‘banderazo del 17A‘, una convocatoria que se hizo por redes sociales y que fue impulsada por sectores de la oposición, para quienes el balance de la marcha fue positivo. Se trata de la mayor concentración en contra del Gobierno desde que comenzó su gestión y la cual se dio en medio de la cuarentena impuesta ante la pandemia de coronavirus.
En pleno pico de casos positivos de COVID-19, muchas personas se expresaron en contra de la Reforma Judicial que impulsa el oficialismo y en reclamo de una mayor flexibilización de la cuarentena, entre otros puntos.
Desde el Gobierno se mostraron en contra de la convocatoria. El Presidente Alberto Fernández expresó su preocupación ante la marcha y advirtió sobre las posibles consecuencias que esta puede desencadenar en plena pandemia: «Es una invitación al contagio, no cabe ninguna duda», afirmó en diálogo con radio La Red. «Ahí tienen a los anticuarentena, algunos muertos y otros enfermos, por haber ido a esas marchas», amplió.
El jefe de Gabinete Santiago Cafiero, por su parte, pidió «perdón a los trabajadores de la salud que se exponen a diario» en la atención de pacientes con coronavirus «por no haber logrado evitar que la oposición buscara otra manera de protestar«, que no pusiera «en riesgo» la salud de la población.
El viceministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, también criticó la protesta: «Me entristece que una mínima parte de nuestra sociedad no comprenda el daño que le puede hacer a otros y otras con este tipo de expresiones. No valoran el esfuerzo que el sistema de salud está haciendo por cuidarnos. Los contagios se frenan si no circulamos. No hay recetas mágicas», escribió en su cuenta de Twitter.
Sin embargo, desde la oposición hicieron una lectura positiva del reclamo de la gente. La exministra de Seguridad, Patricia Bullrich, habló en Sólo una vuelta más (TN): «Millones de personas se movilizaron en más de 200 puntos de todo el país para que no sigamos con esta situación de cuarentena, que no es cuarentena, y un discurso poco claro, y de una reforma de la Justicia que cae en el medio de esta situación de encierro», precisó.
«Concurrí a la marcha porque el tema que se discute en la Argentina es el de la representación. Desde Juntos por el Cambio tenemos que acompañar a los ciudadanos que nos votaron y a los que no, pero que no se sienten representados por lo que votaron. Hoy la gente dijo ‘queremos trabajo y justicia'», expresó
A su vez la presidenta del PRO opinó: «Las consignas que están hoy en la calle son nuestra forma de pensar la república, la libertad, el trabajo, la iniciativa privada y contra la reforma de la Justicia. Es una interpelación a nosotros, y debemos representarlos».
Otro de los que dio su visión del ‘banderazo’ fue el jefe del interbloque de diputados de Juntos por el Cambio, Mario Negri, que en diálogo con TN Central (TN) argumentó: «Es el tercer llamado al Gobierno de parte de la sociedad desde que comenzó la cuarentena, para decirle que por ese camino no va y que debe cambiar el orden de prioridades».
Sus dichos son en alusión a las dos manifestaciones ocurridas meses atrás: la primera en repudio del proyecto para liberar presos y la segunda contra la intervención y expropiación de la cerealera Vicentin.
«Hace cinco meses que la gente está asustada; con la incertidumbre de la pandemia perdió el trabajo. La sociedad está en estado de alerta», completó.
Asimismo indicó: «Creo que esta marcha no tiene dueños porque son reacciones de la sociedad. En todo caso nos sentimos identificados con los problemas que tiene la gente y tratamos de ser la voz, pero de ninguna manera nos sentimos dueños de la marcha de esta dimensión porque sería un acto de soberbia».
La peculiar protesta de Hernán Lombardi y Luis Brandoni
Una de las postales que dejó el día de marchas fue la que protagonizaron el extitular de Medios Públicos y el actor, quienes se movilizaron con distancia social y pidieron al Gobierno que escuche a la gente.
Comprenda Presidente que hay un pueblo reclamando», sostuvo Luis Brandoni, mientras que junto a un grupo de personas armaron un ‘corralito’ con los flotantes que se usan en las piletas o en la playa.
El ‘banderazo’
El abanico de reclamos que llevó a miles de argentinos a romper el aislamiento obligatorio se concentró, además del proyecto de Reforma Judicial y algunas medidas de la cuarentena, en el rechazo a la corrupción de dirigentes y exfuncionarios kirchneristas, repudio a la impunidad y en contra de la inseguridad.
En la Ciudad de Buenos Aires el epicentro fue el tradicional Obelisco, con una larga caravana de autos que cubrieron por completo la avenida 9 de Julio e hicieron sonar las bocinas. En su mayoría llevaban banderas argentinas. A esto se sumaron diferentes barrios porteños y zonas del conurbano bonaerense.
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