Milagro Sala, suma una nueva complicación judicial. El juez de control penal Jorge Zurueta ordenó el secuestro de 19 autos de alta gama pertenecientes a distintos integrantes de la organización social.
El expediente tomó forma a partir de un operativo donde la Policía secuestro un Peugeot 308, una Toyota Hilux, dos VW Surán Corss y un Smart. Todos los vehículos eran utilizados por familiares y allegados de Sala.
Buscan hallar dos Fiat 500 que habría comprado el hijo de la líder de la Tupac Amaru, Sergio Chorolque Sala. La Justicia investiga si forman parte del entramado por lavado de dinero.
El fiscal anticorrupción de Jujuy, Joaquín Millón Quintana, comenzó la investigación en secreto y presentó la denuncia. El secuestro de los vehículos forma parte de la causa más grande: por fraude a la administración pública.
La Justicia investiga el fraude al Estado por otros 500 millones de pesos. En este contexto, el secuestro de los autos forma parte de una medida cautelar.
Señalan que “junto a una aceitada red de colaboradores, conformaban una asociación ilícita, ordenada a absorber los fondos de origen nacional sin aplicarlos a los destinos administrativamente establecidos para disponer discrecionalmente de ellos”.
La Justicia cree que los allegados a Sala compraron en el último tiempo varios vehículos. Su hijo habría comprado dos Fíat Idea por $64.900 cada uno; dos Fíat 500 Sport, por $95 mil cada uno; una Toyota Hilux 4×4 por $194.500.
Claudia Chorolque Sala habría adquirido un Fíat Idea 2007 por $57.350; una Toyota Hilux 4×4 por $256.100 en 2012; un Fíat 500 por $125.200 en 2012; y una Hilux 4×4 por 549.400 en 2015.
Sala realizaba sorteos entre los cooperativistas. Allí regalaba autos, motos, televisores. Hubo un caso donde una mujer denunció que cuando fue a retirar su premio, en la concesionaria no solo lo pusieron a su nombre, sino que además los papeles del vehículo indicaban que la propia ganadora había hecho la compra, motivo por el cual la mujer perdió una pensión de la ANSES que cobraba por sus hijos.
La causa avanzó en secreto porque el fiscal Millón Quintana entendió que, si se daba difusión a la causa, podrían desaparecer los vehículos.
