El Tribunal Oral Federal 4 responderá este lunes si accede a bajar la fianza que le impuso a Lázaro Báez para que pueda dejar la cárcel de Ezeiza. La fianza fue fijada en $632.500.000, tomando en cuenta el valor del dólar blue, algo que tiene pocos antecedentes. El miércoles, antes del fin de semana largo, la defensa del empresario pidió una reducción sensible de ese monto y que se reemplace por un seguro de caución. Si la reducción de la fianza no es sustancial, la negociación podría empantanarse. “No puede pagar una prima ni siquiera por la mitad de ese monto”, dijo una fuente de su defensa.
Si la respuesta es favorable, Báez irá a vivir a una casa del barrio Ayres del Pilar. Los vecinos, en su mayoría, ese oponen a esa mudanza. El miércoles y el jueves hubo protestas en la puerta del barrio. Sin embargo, el directorio del barrio emitió un comunicado en el que destaca que se respetará “lo que disponga la justicia, siempre que no vulnere las normas vigentes”.
Entendemos que debemos actuar y tomar decisiones, respetando lo que disponga la justicia, siempre que no vulnere las normas vigentes, ni las garantías constitucionales de quienes vivimos en Ayres”, dice el mensaje dirigido a los vecinos. El comunicado, al que tuvo acceso Infobae, también cuestiona la “viralización” de información sobre el barrio en los medios y en redes sociales, y asegura que “no permitirá ningún tipo de excepción, ni atenderá situación particular alguna que vulnere nuestro estatuto, que atente contra los vecinos, o que modifique la armonía del barrio”.
La propiedad donde tiene previsto mudarse el dueño de Austral Construcciones junto a su actual pareja, Claudia Noemí Insaurralde, está dentro de la comunidad conocida como “La Arboleda”. Es una casa con techos de tejas, unos 250 m2 cubiertos, un lote de más de 800m2 y una pileta de 6×4. No es una casa lujosa, muchos menos dentro de un barrio premium como Ayres del Pilar, en el kilómetro 43,5 de la Panamericana.
La casa, a nombre de la empresa Badial SA, estuvo vacía durante mucho tiempo pero comenzó a reacondicionarse justo antes de la cuarentena. ¿Por qué? El 18 de marzo, el juez federal Sebastián Casanello le otorgó la prisión domiciliaria a Báez en la causa que investiga la compra del campo “El Entrevero”, en Uruguay. En ese momento, la casa todavía no tenía luz ni gas.
Durante la cuarentena, fue un electricista particular y luego los operarios de Edenor le restituyeron el medidor. También hubo algunos arreglos menores en el parque. En ese momento, la deuda de expensas sumaba $314.892, a razón de unos $25 mil mensuales, pero se siguió incrementando.
Badial SA llegó a tener tres casas dentro del barrio identificadas con los lotes N37, R33 y K1. En total, la deuda de expensas de esas tres viviendas suma ahora casi 2 millones de pesos, contando los intereses.
La domiciliaria se activó recién el miércoles, a partir de un fallo de la Cámara de Casación y luego del Tribunal Oral Federal 4. Apenas trascendió en los medios que Báez iría a vivir a ese lugar, los vecinos se organizaron a través de los chats internos para protestar. Cerca de las 19, se reunieron en la puerta del barrio con cacerolas y algunas banderas. A esa misma hora, la pareja de Báez logró ingresar a la casa junto a otra mujer.
Ese mismo día, la defensa de Báez apeló el monto de la fianza fijada por el TOF 4 en base a una cifra que había sugerido el fiscal Abel Córdoba, que habló de 5,5 millones de dólares. Ese monto surge de la diferencia entre los USD 10 millones que se habían depositado en una cuenta de Bahamas y el dinero que la Justicia logró congelar, unos USD 4,5 millones. “La caución fijada por el Tribunal deviene exorbitante y de imposible cumplimiento, justamente, en función de los múltiples embargos e inhibiciones impuestos por VVEE, en diversos expedientes”, respondieron los abogados.
El TOF 4 decidió postergar la respuesta hasta hoy.
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