Al calor de la denuncia de Thelma, muchas mujeres se animamon a romper el silencio -en las redes y en la justicia- acerca de la violencia sexual de la que fueron víctimas. Pero no solamente son chicas las que levantaron la voz. En la semana del #Mirácómonosponemos, un médico pediatra de la escuela de la comunidad judía ORT, Alberto Cirulnik, fue denunciado por abuso sexual y corrupción de menores por dos varones y una joven. TN.com.ar accedió a la denuncia penal.
Los hechos no son recientes y tuvieron lugar cuando dos de los denunciantes, Leandro Koch y Malena Filmus, hija del exministro Daniel Filmus, cursaban el primer año de la secundaria en la ORT y tenían entre 13 y 14 años. El tercero, Darío Schvartz, además de alumno de la institución, conocía socialmente al pediatra porque era amigo de sus padres. Alberto Cirulnik pretendió intimidar a Schvartz y a sus padres con una demanda por calumnias e injurias, de la que finalmente fueron sobreseídos.
«Cuando yo era chico, Alberto Cirulnik era el mejor amigo de mis papás. Él era un médico muy prestigioso y se desempeñaba profesionalmente en varios ámbitos de la comunidad judía. El vínculo entre su familia y la mía era muy intenso. Además, mi papá era contador de Alberto y este último, mi pediatra», relata Darío, de 34 años, ahora a su vez contador.
Las familias Schvartz y Cirulnik compartían un bungalow de un ambiente en un club de la comunidad Kadima, en Moreno. Darío era también muy amigo de los hijos de Cirulnik, con quienes se había criado y mantenía una relación fraternal.
En el club, cuando el médico quedaba a su cuidado, lo llevaba a acostar y le masajeaba largamente el pene. Darío tenía 8 años. «Los adultos podían estar en el bar del club jugando al burako y mis hermanos jugando al fútbol», recuerda. «En una oportunidad, me dijo que los grandes se dan besos en los penes«, señala. Entonces, le dio un piquito. Cirulnik lo retó diciéndole que no era el tipo de besos que había que darse. «Entonces, me dio un chupón», agrega.
Otra vez, acusa Darío, mientras el nene estaba sentado desnudo sobre él, le dijo: «Yo se que vos querés que te la meta pero te va a doler«. Los abusos tenían lugar también en el consultorio particular de Cirulnik, en Díaz Vélez 4291. Cirulnik hacía que Darío, durante la consulta, le tocara el pene.
A los 20 años, Darío lo habló con su novia y con su terapeuta. Decidió contárselo a sus padres, que de inmediato citaron a Cirulnik a su estudio y lo confrontaron con el testimonio de Darío. En represalia, Cirulnik hizo una denuncia contra Darío y sus padrespor calumnias e injurias. Los Schvartz fueron sobreseídos en sede judicial en enero del 2014, pero esto los atemorizó e influyó en el retraso de la presentación de la denuncia en sede penal, que se concretó hace pocos días.
Las doctoras Andrea Quaranta y Nadia Rivas se presentaron en Tribunales y solicitaron que los tres denunciantes sean tenidos como querellantes. «Sé que digo la verdad y lo probaré aunque me duela volver a revivir esos días. Por eso no me retracté, aún durante la causa que nos inició, y no me retractaré«, asegura Darío.
Otras víctimas hablan
Leandro Koch era alumno de la sede Yatay de la escuela ORT, donde el denunciado era médico. En una típica picardía de esa edad, para «zafar» de la clase de hebreo, le dijo a la profesora que le dolía la cabeza. Los preceptores lo autorizaron a ir al consultorio que funcionaba en uno de los edificios.
Leandro tenía 13 años y apariencia infantil. Nunca había visto antes a Cirulnik, que lo hizo pasar. Mientas lo auscultaba -Leandro se extrañó de que le revisara todo el cuerpo-, tomó su bracito en varias oportunidades y lo apoyó sobre su pene.
Después, empezó a preguntarle sobre su vida sexual: si tenía fantasías con hombres, en quién pensaba cuando se masturbaba. También si les miraba el pene a sus amigos. Como Leandro lo negaba, insistió: «Cómo, ¿ni siquiera cuando se cambian para nadar?». Lo interrogó acerca de si se tocaba la cola al masturbarse y si tenía deseos de que le revisara la cola. Terminó diciéndole que si alguna vez sentía deseos de que se la revisara, que fuera a verlo.
Al principio, Leandro no entendía la naturaleza de la situación. Creyó que Cirulnik se preocupaba genuinamente por él. Salió del consultorio después de una hora y media, pensando que nunca nadie le había prestado tanta atención. «Sentía que algo malo me había pasado pero a la vez él me caía bien», recuerda.
Cuando se lo contó a su madre, ella le prohibió que regresara a ese consultorio y fue a la escuela. El médico entonces mandó llamar a Leandro en horas de clase a través de un preceptor. Muerto de miedo, él se escondió en el baño del colegio y no fue.
«Qué raro, pero no debe ser nada malo porque es médico de la ORT», pensó.
Malena Filmus también es exalumna de la ORT. Denuncia a Cirulnik de haberla manoseado mientras la revisaba en la sede el colegio de Montañeses, en su función de médico.
Malena es hija del exministro de Educación, Daniel Filmus. A los 14 años, fue auscultada por el pediatra, que le apoyó el pene en la rodilla mientras le revisaba los oídos. «Qué raro, pero no debe ser nada malo porque es médico de la ORT», pensó, según reza en su declaración. También opinó sobre su cuerpo y, tocándola en todas partes, le dijo que estaba muy flaca para su gusto.
«No está relacionado con ninguna denuncia»
En los sitios de la escuela ORT el nombre de Cirulnik fue removido. Sin embargo, figura como médico del colegio Tarbut, también de la colectividad, dando una charla de sexualidad bajo el título de «Pubertad a chicos de séptimo grado», en 2011, en el marco de la educación sexual.
La dirección ejecutiva de la ORT fue consultada por este sitio. La institución admitió conocer la denuncia a través de las redes sociales, pero no haber sido notificada. Según Florencia Rochistein, coordinadora ejecutiva, Cirulnik fue médico y docente en el área de Ciencias Biológicas de la ORT hasta el año 2011, cuando formó una gerenciadora de prestaciones médicas a escuelas y ellos decidieron contratar una empresa de mayores dimensiones por el crecimiento del alumnado, de 600 a 8000 en dos sedes y tres niveles. «Necesitamos horario corrido, mayor cobertura, incluso ambulancia», alega.
Rochistein asegura haber recibido «un rumor » en 2012 acerca del supuesto abuso cometido por Cirulnik pero «en el ámbito del club Kadima» y no en la ORT. Aseguró también desconocer las gestiones realizadas en su momento en la escuela por la madre de Leandro Koch, inmediatamente después de los hechos. Reitera que la salida de Cirulnik de la institución «no está relacionada con ninguna denuncia«.
«De ser necesario, cooperaremos con la investigación una vez que seamos notificados», concluyó. Los cargos son abuso sexual, abuso sexual y corrupción de menores. La causa está radicada en el juzgado criminal y correccional 41.
Las abogadas que representan a los tres denunciantes solicitan -como medida- que se presente el listado de los alumnos que concurrieron a la ORT entre 1996 y 2006 en las sedes de Yatay y Montañeses y que la escuela informe el motivo de la desvinculación de Cirulnik. Además, piden la inmediata detención del médico.
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