En el sector sur de la ciudad capital, más precisamente en el barrio Ejercito argentino una escuela tiene con urgencia la necesidad de ampliar su edificio.
Cerca de mil alumnos estudian en dicho establecimiento divididos en tres turnos en donde una aula se puede convertir en depósito, salón de música y de informática, cada centímetro de la escuela es aprovechado al máximo por las autoridades para brindar a los alumnos una educación como corresponde.
El sueño del comedor escolar se ve atascado ya que en el establecimiento “no hay lugar” , desde hace aproximadamente diez años que se acercan al concejo para pedir lo que les corresponde, La queja fue elevada y la respuesta fue tan contundente como negativa “arréglense como puedan”.
Ante dicha negativa del estado los padres colaboran con la escuela para que siga funcionando, colectas, rifas, donaciones y hasta ellos mismos son los que mantienen en condiciones el establecimiento para que sus hijos puedan estudiar de manera cómoda.
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