Locales Política

La docente Mirna Morales contó su versión del encuentro con la Gobernadora

Desmintió rotundamente lo expresado por el Ministro de Salud, Luis Martinez, en donde afirmó que la docente se sintió "usada" por el gremio CISADEMS.

En un extenso comunicado publicado en su cuenta personal de Facebook, la docente de Añatuya Mirna Morales, quien estuviera encadenada al frente de Casa de Gobierno reclamando un salario digno y llevando adelante la lucha en conjunto con todos los docentes de la provincia y sufriera una descompensación, decidió contar qué fue lo que pasó exactamente en el encuentro que mantuvo a solas con la Gobernadora Claudia Ledesma Abdala y el Ministro de Salud Luis Martínez, quien afirmó que Morales le confesó haberse sentido «usada» por el gremio que encabeza la lucha docente CISADEMS.

AQUÍ EL COMUNICADO COMPLETO:

 

DE ESTA MANERA QUIERO CONTAR MI VERDAD:
Soy Mirna Miriam Morales DNI 17139578, tengo 52 años. Desarrollo mis actividades como docente en dos instituciones de mi ciudad con diecinueve años de antigüedad. Mi familia está constituida por mi marido Ramón, cinco hijos, cuatro nietos de los cuales tres pequeños junto a sus padres conviven conmigo. Mi hijo menor se encuentra en el Seminario Inter Diocesano de la ciudad de Tucumán.
Otra de mis hijas cursa sus estudios en el profesorado de educación especial en la ciudad capital. Y la mayor estudia en el profesorado para la enseñanza primaria en el ISFDC Nº 1.
Quiero contarles a todos mis compañeros docentes del gremio CISADEMS y de la provincia en general cómo he llevado a cabo esta acción VOLUNTARIA desde el primer minuto hasta el final.
El día lunes 18 de abril reunida en la carpa docente de mi ciudad con compañeros de lucha y algunos delegados gremiales como yo, pensando qué acciones podíamos llevar a cabo debido a la situación que vivían los compañeros de Termas de Rio Hondo con la intervención pedagógica surgieron muchas propuestas. En un primer momento pensamos en viajar y sumarnos a ellos para impedir que se realice dicha intervención. Pero luego fuimos cambiando opiniones y surge de una de mis compañeras una idea en tono de broma, el encadenamiento frente a casa de gobierno. Hubo diversas opiniones hasta que el tono cambio y lo tomamos como una acción que si o si era viable realizar. Para ello, mis compañeros consultaron a un abogado por los riesgos penales o civiles que se podía correr. Hasta ese momento era otra la persona que llevaría a cabo esta acción. Luego surgió un impedimento y la mayoría de mis colegas ahí presentes también expresaron su imposibilidad de hacerlo, por lo cual me ofrecí voluntariamente sintiendo que en ella expresaba y demostraba mi lucha, mi convicción, mis cincuenta días de paro, mi reclamo. Jamás fui presionada ni por mis colegas ni por el gremio CISADEMS al cual pertenezco y formo parte como delegada desde el año 2014. Cabe aclarar que la mesa directiva del gremio como muchos docentes de mi ciudad lo desconocía, solo un número reducido de docentes y yo, que sin medir consecuencias, decidimos partir a la ciudad capital para que me encadene frente a casa de gobierno y así, pacíficamente, apelar a la sensibilidad de la señora gobernadora.
Para ello se redactó una nota con el petitorio que venimos repitiendo todos los docentes de la provincia que estamos de paro (se adjunta copia) y también por decisión personal escribí otra junto a mi familia (se adjunta copia).
Partimos de mi ciudad en cuatro autos. No lo dimos a conocer manteniendolo en secreto como una estrategia, debido a que la información se filtraría y nos esperaría la policía para impedirlo. Llegamos entre las 7.00 y 7.30 de la mañana frente a la casa de gobierno. Inmediatamente ayudada y protegida por mis compañeros que quizás pudieron ver en un video que circula en las redes sociales, me encadené. Se cruzó la policía para decirme que no podía estar ahí ya que según el juez de faltas, estaba usurpando espacio público, me preguntaron por qué lo hacía y todos mis datos personales, expliqué mis motivos dándole a conocer que tenía una carta y quería que llegara a las manos de la señora gobernadora. El señor policía me dijo que vaya a entregarla. No me quise mover, por lo tanto se cruzaron dos compañeras llevándola a casa de gobierno. Comenzaron a llegar decenas de policías y también docentes de distintas agrupaciones colocando sus carteles y según lo expresaban sumándose a esta lucha apoyando mi acción. Toda clase de persona se acercó a mí a darme aliento, hasta una religiosa quien fortaleció mi espíritu y me transmitió paz. Las horas pasaron, cayó la noche y debido a mi agotamiento físico y emocional tuve que levantarme. Una compañera me suplantó. Pude descansar tres horas. Pasado ese lapso de tiempo volví a mi lugar cada vez mas rodeada de gente. En las primeras horas de la mañana se acerco una persona que me comentó lo publicado en el diario El Liberal. Las palabras de la Sra.Ministra de Educación, Mariela Nassif sobre una situación personal acontecida el anteaño pasado, un pico de estrés por lo cual me vi obligada a tomar licencia por prescripción médica. Nunca hice abuso de licencias, según consta en mi legajo. Además las apreciaciones descalificativas hacia mi persona me afectaron emocionalmente y sufrí una descompensación. Pasados 30 minutos llego una ambulancia de un servicio de emergencia privado según lo expreso un policía, se pidió desde casa de gobierno. Me tomo la presión y diagnosticó una lipotimia, no coincidiendo la presión con la que había registrado cuando una de mis colegas me tomo (14/07). Me recomendo asistir a un centro de salud. Luego vino el médico de la policía según se presento. Hizo lo mismo y sugirio que me hiciera un electro, lo cual acepté y sentí pertinente debido a como me sentía. Llego la ambulancia del hospital público, me acompaño una amiga y nos dirigíamos al hospital Regional. A mitad de camino por sugerencia de la asistente de salud que nos acompañaba, fuimos al hospital Independencia. Llegamos, ingresamos a la guardia y me atendió una doctora. Le conté quién era y todo lo sucedido. Me recomendó tranquilizarme ofreciéndome quedarme unos minutos para que descanse. Le agradecí y exprese mi voluntad de retirarme para ir a la pensión de mi hija para tranquilizarme y recuperar fuerzas. En ese preciso momento se hizo presente el director del hospital. Según él, preocupado por mi estado de salud y constatar si había sido atendida correctamente. Luego me senté a esperar a mi amiga que intentandose comunicarse con otra se alejo dos metros de mi, ingresó por la puerta de la guardia un señor y se presentó como el Ministro de Salud de la provincia quien me interrogó sobre mi estado de salud y la atención recibida por el personal del hospital. Me preguntó por qué lo hacía. Expresé lo mismo que pueden leer en mi carta personal, acompañada siempre por mi amiga. El señor Ministro me dice que la señora gobernadora vendría a escucharme. Sorprendida acepté entrevistarme en ese lugar. El señor funcionario dio la orden para que me instalaran en una habitación y así poder esperar a la señora gobernadora. Llegó luego mi hija, le permitieron el ingreso. No así a mis compañeras y docentes en general de diferentes agrupaciones que estaban afuera de la guardia queriendo ingresar y preocupados por esta situación. Estuvimos con el señor Luis Martínez (ministro de salud), mi amiga y yo conversando temas variados mientras esperábamos que llegara la señora gobernadora. En un momento dado me pregunto por un prendedor que tenía en mi chaqueta…” ¿qué significaba el icono del puño cerrado ?”… contesté que no sabía, que suponia que representaba lo que estaba escrito ahi el maestro que lucha esta enseñando. El me explica que el puño es el símbolo del comunismo y relata una anécdota personal sobre Cuba, discutimos diferentes pareceres sobre educación. A veces se alejaba de la cama recibiendo llamados telefónicos y fue entonces que decidí sacarme el prendedor ya que no lo consideré oportuno para entablar el diálogo que yo planteaba en mi carta. Inmediatamente y sin previo anuncio ingresó la gobernadora. Saludo a mi hija y a mi amiga y se dirigió directamente a mí. Nos quedamos solas en la habitación y en un tono muy cordial y afectuoso expresó su preocupación por mi estado de salud, pude decirle todos los motivos que me llevaron a esta lucha, a tomar esta decisión voluntaria. Me escuchó sin interrumpirme y entre lo expresado le hable de las cifras en negro desconocidas para mi hasta que entré en el gremio CISADEMS, de las situación del docente en general y de los terribles descuentos que habían sufrido algunos colegas y de quienes continuamos de paro. Entre lágrimas le pedí que tenga piedad ya que muchos compañeros como yo dependen de este salario para sostener a sus familias, que si me descuentan lo hagan en forma gradual ya que era consciente de que no había trabajado en estos 50 días a pesar de que el derecho a huelga está amparado en la constitución nacional. Ella me dijo que se ocuparía de esta situación, que me quedara tranquila, recomendándome que cuide mi salud principalmente. Casi terminando la charla vuelvo a insistir sobre el blanqueo de las cifras en negro y ella me dice que por ahora es imposible económicamente para la provincia asumir este compromiso, que lo expresó en una carta a todos los docentes comprometiéndose a hacerlo en el 2017. Le pedí que lo hiciera por escrito mediante un decreto, que nosotros necesitamos ver a ese compromiso plasmado legalmente y no como una simple promesa. Ella siguió sosteniendo que lo va a hacer, que no miente. Me transmitió en su mirada, confianza. Creo, aunque muchos lo pongan en duda, conocer a alguien cuando miente. No sentí en ese momento que lo estaba haciendo. Luego ingresaron a la habitación un fotógrafo, camarógrafo y periodista. Estaba conmovida por todo lo que sucedía. El periodista me preguntó y expresé lo que se vio en un medio televisivo de la provincia, no es su totalidad, solamente una parte. Quiero aclarar y desmentir las palabras, con todo el respeto que me merece, vertidas por el Ministro de Salud de la provincia, Sr. Luis Martínez ya que sus apreciaciones no corresponden con la charla que tuvimos acerca del prendedor. El me pidió que se lo regale, nunca pensé que lo usaría para emitir tales versiones. NUNCA DIJE QUE FUI USADA POR EL GREMIO CISADEMS NI POR AGRUPACION ALGUNA DE LA PROVINCIA NI ME SIENTO ASI, COMO TAMPOCO QUE MIS COLEGAS HAYAN IMPEDIDO QUE YO LLEGARA A LA AMBULANCIA SINO TODO LO CONTRARIO, PEDIAN A LOS GRITOS QUE SEA ASISTIDA. Terminada la entrevista entró a la habitación el señor ministro, mi amiga y mi hija. La señora gobernadora conversó con mi amiga, también docente, y volvió a repetir todo lo que me expreso a mí en la interpelación de mi colega sobre todo lo que venimos repitiendo día a día en esta lucha. Se despidió cariñosamente con un abrazo. A continuación, el señor Luis Martínez nos ofreció volver a nuestra ciudad en una ambulancia del ministerio una vez que me dieran el alta y me repitieran el electro. Yo quería volver a mi hogar y mi marido y familia pedía por mí en Añatuya. Sabía que mis compañeros esperaban ansiosos afuera saber cada detalle de lo ocurrido pero no tenía fuerzas ni equilibrio emocional suficiente para relatarlo, por lo cual creí acertado llamar a la señora Ana Blanco, secretaria general del gremio y contarle todo lo sucedido, así ella pueda transmitirle a todos. Ana acudió inmediatamente. Le relaté lo sucedido, también lo hizo mi amiga y ella con las palabras justas analizó y comprendió la situación vivida. Sus palabras me fortalecieron pero en ese momento recibió un llamado telefónico en el cual le contaban todo lo emitido en canal 7, los dichos del ministro y las apreciaciones del señor periodista que nada tenían que ver con todo lo acontecido. Inmediatamente comprendí la intención de dañar al gremio al que pertenezco y a mis compañeros. Sintiéndome culpable comencé a llorar desesperada y pensé en volver a ir a encadenarme. Ana me tranquilizó y me dijo que sospechaba que iban a utilizar esta situación en contra de CISADEMS. Y consolándome me dijo “no te hagas problemas, veremos la manera de aclarar y revertir lo dicho”. Ana se retiró y vino un policía a decirme que ya estaba la ambulancia para llevarme a mí y a mis compañeras a Añatuya. Le conteste que yo vuelvo por mis propios medios. Me repitieron el electro y ya había cambiado el resultado, estaba con arritmia y una leve suba de presión. Aun así quise retirarme firmando el alta voluntaria. Me entregaron los estudios y me fui a la pensión de mi hija agotada física y mentalmente. Ahí leí en los diferentes grupos los mensajes descalificativos hacia mi persona, pidiendo que dé la cara y salga a aclarar y contar lo sucedido, que les debía una explicación a todos los que estuvieron en la plaza apoyándome. Vuelvo a repetirles que fui voluntariamente sin el consentimiento del gremio CISADEMS, solo con el apoyo de 18 compañeros. Le agradezco a cada uno que sintiera la necesidad de acompañarme y se acercó a la plaza. Nunca quise dañar a nadie, como tampoco convoqué a agrupación alguna sino que simplemente se sintieron identificados con mi lucha. Si tengo que rendir cuentas y ser juzgada, como persona de fe creyente y practicante de la religión que profeso espero serlo por Jesús, mi maestro quien considero que es el único que puede ver y leer mi corazón y mi mente.
Muchas gracias a todos. Espero haber transmitido fielmente todo lo sucedido. Un abrazo.
Mirna Mirian Morales

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