Mauricio Macri entregó la presidencia Pro Tempore del Mercosur con un triunfo político.Se puede leer en términos diplomáticos en el tercer párrafo del documento final suscrito por todos los países que participaron de la Cumbre con excepción de Bolivia. «Los Estados Partes del MERCOSUR y los Estados Asociados de Chile, Colombia y Guyana, así como México (…) exhortan al Gobierno y a la oposición a no llevar a cabo ninguna iniciativa que pueda dividir aún más a la sociedad venezolana o agravar conflictos institucionales«, establece el documento final.
Es decir: Nicolás Maduro debe suspender la convocatoria a la elección de los convencionales constituyentes prevista para el 30 de julio y la oposición debe suspender todas las medidas de fuerza destinados a enfrentar al Gobierno populista. Si Maduro no cumple, y continúa con su estrategia de reformar la constitución para beneficio propio, el Mercosur ya estaría en condiciones políticas de expulsar a Venezuela del bloque regional.
Y si la oposición no para con su arremetida, quedaría demostrado que la clase política venezolana no es capaz de entender las señales institucionales que llegan a Caracas desde los cinco continentes. Es un mensaje directo a los líderes opositores Henrique Capriles y Leopoldo López.
El documento final respeta la posición política que exhibe Macri desde que llegó a la Casa Rosada: solicitar a Maduro que termine con la persecución política, exigir que cese con la violencia ejecutada por los grupos bolivarianos, respetar las normas constitucionales y proteger a los derechos humanos.
En este sentido, «los Estados Parte del MERCOSUR y los Estados Asociados de Chile, Colombia y Guyana, así como México (…) hacen un urgente llamado al cese de toda violencia y a la liberación de todos los detenidos por razones políticas, instando al restablecimiento del orden institucional, la vigencia del Estado de derecho y la separación de poderes, en el marco del pleno respeto de las garantías constitucionales y los derechos humanos», sostiene el documento redactado por la Cancillería argentina.
A continuación, el documento final rescata la posición del presidente de Uruguay Tabaré Vázquez, que se mostró reacio a formalizar un ultimátum al gobierno de Maduro, por considerar que eso implica una intromisión a los asuntos internos de los países. El presidente del Uruguay buscó una fórmula de consenso, sin dejar de reconocer la crisis institucional en Venezuela, y logró su cometido político.
«Los Estados Parte del MERCOSUR y los Estados Asociados de Chile, Colombia y Guyana, así como México (…) convencidos que la solución a la crisis sólo podrá ser resuelta por los venezolanos, instan al Gobierno y a las fuerzas opositoras de la hermana República Bolivariana de Venezuela al diálogo, que permita una concertación política creíble», afirma el documento final, en una precisa ratificación de la posición común en el bloque regional, que sostiene que la solución a los problemas de Venezuela deben ser resueltos por los venezolanos.
Por último, el documento final asume la posición común de todos los miembros del Mercosur y de los países asociados, respecto a abrir un canal de diálogo entre Maduro y la oposición antichavista. Los jefes de Estado reunidos en Mendoza asumen que es imposible que ambas partes en conflicto se convoquen mutuamente para acercar posiciones y diseñar una hoja de ruta. Por eso, aprovecharon la oportunidad de ponerse a disposición para establecer una mesa de negociaciones que permita encarrilar la crisis que afecta a Venezuela desde hace años.
«Finalmente, los Estados Parte del MERCOSUR y los Estados Asociados de Chile, Colombia y Guyana, así como México, reiteran su plena disposición a acompañar ese proceso de diálogo entre venezolanos de la manera en que sus actores estimen más conveniente», insta el documento firmado por todos los asistentes a la Cumbre con excepción de Bolivia.
Ahora, Maduro debe contestar. Si acepta la posición del bloque regional, debería suspender la elección del 30 de julio, convocada para designar a los convencionales que tienen la tarea escribir una nueva constitución populista. En cambio, si continúa con su estrategia de avanzar contra las leyes y la oposición política, ya no habrá dudas respecto a la situación de Venezuela en el Mercosur: será expulsada hasta nuevo aviso.
