Héctor Daer y Juan Carlos Acuña, integrantes de la cúpula de la CGT, destacaron el acatamiento que tuvo el paro general. Aseguraron que «un sector mayoritario del pueblo argentino se sumó a la convocatoria para reclamar medidas urgentes de rectificación de las políticas económicas» y mandaron un fuerte mensaje al Gobierno pidiendo un cambio de rumbo.
«El movimiento obrero reitera lo que viene reiterando en cada una de sus declaraciones y en cada uno de los pasos que venimos llevando a lo largo de este tiempo. Les decimos a las autoridades que tomen acciones inmediatas para lograr frenar esta caída y decadencia social, política y económica que estamos viviendo en nuestro país», sostuvo Daer, el primero de los sindicalistas en tomar la palabra.
Y sentenció: «Hoy desgraciadamente los índices nos dan la peor perspectiva de futuro cuando nos están indicando que el 50% de nuestros niños están en situación de pobreza. La precariedad de la salud, de un sistema eficiente que garantice la alimentación y la precariedad a la que han llevado al sistema de salud amerita esta reacción del movimiento obrero que en forma pacífica convocó a esta huelga de 24 horas y que se llevó adelante con un acatamiento contundente a la vista de todos los argentinos».
En el final, Daer ratificó el éxito de la medida de fuerza: «El acatamiento fue muy muy importante en todo el país. La contundencia quedó demostrada en que en las grandes ciudades la fotografía fue una ciudad desierta. Queremos ratificar el rumbo que ha tomado esta CGT en ir siempre en busca de un camino que resuelva los temas de los más necesitados, los temas de fondo de nuestro país y permita que en la Argentina se pueda vivir dignamente».
A su turno, Acuña se mostró en sintonía y sumó más críticas a la Casa Rosada: «No tiene que hacer cortinas de humo, como los 10 puntos que hablaban días atrás que quedaron en la nada».
«Esta CGT tuvo siempre la prudencia necesaria para el diálogo pero nunca hemos encontrado una respuesta a los pedidos e inquietudes nuestras para mejorar el destino de los argentinos. Evidentemente este presidente escuchaba a los amigos y acreedores que tenía al lado para seguir haciendo el mismo juego para el mismo sector que hoy debe estar festejando lo bien que le fue», agregó el gremialista.
Asimismo, apuntó contra el cálculo del Ejecutivo sobre cuánto costó el paro (40 mil millones de pesos) y expresó: «Que nos digan cuánto perdió la Argentina con la timba financiera y que nos digan cuál es la plata que perdemos los trabajadores porque el poder adquisitivo con la inflación que hay porque nadie hace nada para parar esa inflación. Estaría bueno que reconozcan esa parte».
«No es un paro en contra de nadie, es un reclamo para que cambie la situación y nos dé la posibilidad de que con nuestro trabajo ser dignos y llevar a los pibes a la escuela y alimentarlos. El Gobierno no hace nada para cambiar esa realidad», concluyó Acuña.
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