El vocero de la Cámara de la Industria Aceitera, Andrés Alcaraz, destacó el acuerdo alcanzado con el Gobierno para ajustar el precio del aceite en agosto, al sostener que esto permitirá «normalizar la situación del mercado».
No obstante, Alcaraz reafirmó la necesidad de terminar con la vigencia del fideicomiso del sector que «se desvió de su propósito» en lo que respecta a regular el precio de este producto considerado de primera necesidad. En base al acuerdo, los precios de los aceites tipo mezcla podrán incrementarse hasta 4% en agosto, y un 6% en el caso del girasol.
«Era necesario llegar a un acuerdo de esta naturaleza debido a la situación de psicosis de los últimos días a raíz de las desafortunadas declaraciones que produjeron una situación de especulación entorno al aceite de uso doméstico”, dijo Alcaraz a la agencia Télam tras darse a conocer el entendimiento con el Gobierno.
El vocero de Ciara planteó que «de manera consensuada y natural se afrontó la situación para llegar a un acuerdo que será clave para desactivar tanta psicosis, y al mismo tiempo cuidar el bolsillo de las familias y el empleo del sector”. No obstante, Alcaraz reafirmó que el sector mantiene su postura respecto a la necesidad de «salir definitivamente de un sistema de compensación privada que evidentemente había fracasado”, y cuya culminación podría representar un incremento del 30 por ciento en los aceites comestibles tal como se había preacordado con el Gobierno.
La Cámara entendió que el fideicomiso «había terminado financiando actividades ilícitas como el contrabando a países vecinos o desviándose de su propósito que era llegar a la mesa familiar y sacando rédito para actividades comerciales o industriales que no era el propósito del asunto”. El fideicomiso implementado desde 2008 establecía una compensación privada a partir del aporte de los exportadores para financiar la baja del precio en el segmento de aceites que representa el 20 por ciento del total del mercado de uso doméstico.
El fondo que vence el 31 de agosto generó un fondo a través del 1,2 por ciento de las exportaciones 1,2 de harinas de soja y girasol para financiar a las las empresas fabricantes de este tipo de aceites y mantener así costos adecuados para el mercado local. «En algún momento este fideicomiso debe terminar porque no se puede continuar financiando directamente actividades ilícitas”, afirmó el directivo al asegurar que el tema seguirá en análisis junto al Gobierno en la continuidad de la actual mesa de diálogo.