La Argentina volvió a presentar en agosto la segunda inflación más alta de la región y una de las más altas del mundo, en un contexto global que casi no registra alza de precios.
Las consultoras y bancos prevén que el IPC del mes pasado rondó el 2,8% y acumuló una suba del 19% desde enero y del 41% en los últimos 12 meses. El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) dará a conocer la cifra el jueves 16 de este mes. En particular, Seido estimó un alza del 3,5%, Econviews del 3%, Ecolatina y Eco Go del 2,6% y C&T del 2,2 por ciento.
Las proyecciones de los analistas de bancos y consultoras, en promedio, estiman que llegará al 43,9% a fin de 2020 según Latinfocus (37,8% en el caso del Relevamiento de Expectativas del Mercado que elabora el Banco Central), pero el Citi prevé un 52,6%, Euromonitor 46,8%, Moody’s 47,9%, Fitch 45,9 y Abeceb el 39,1 por ciento. Para el año próximo, el promedio es del 45,9%, aunque el Citi se estiró hasta el 63,5%, BancTrust el 61%, Empiria el 55,4% y Torino Capital el 32,7 por ciento.
Para llegar al 38% a fin de año, los analistas estiman que en el último cuatrimestre la inflación rondará el 4% mensual; sin embargo, el Gobierno sigue demorando los aumentos en los precios finales y mantiene su tablita de devaluación controlada para que el IPC vuele bajo.
Según las proyecciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), este año, con un 39,5%, la Argentina ocupará el octavo lugar en el ranking de inflación mundial, detrás del 15.000% de Venezuela, Zimbabue, Sudán, Surinam, Yemen, Irán y Sudán del Sur.
Esto ubicó al país por segundo año consecutivo en el segundo peor lugar en el ranking de miseria económica que elabora Bloomberg, después de Venezuela.
Hasta ahora, se conocieron varios resultados oficiales de la región. Entre ellos. Uruguay exhibió una inflación del 0,5% el mes pasado, del 7,9% desde enero y del 9,7% en los últimos 12 meses.
En Paraguay fue del 0,5%, del 0,2% en ocho meses y del 1,6% en el último año. En Chile, llegó al 0,1% el mes pasado, al 1,4% desde enero y al 2,4% en el último año. En el caso de Bolivia, fue del 1,4% y del 0,5% en el ultimo año.
En Perú hubo deflación del -0,1% y una suba del 1,7% en los últimos 12 meses. También en Ecuador se registró una baja el mes pasado, del -0,7%, acumulando una deflación de -0,7% en el último año.
En América Central, Honduras registró el 0,18% y el 2% interanual, mientras que en Costa Rica hubo una deflación del -0,07% y del -0,17% en el último año. Resta conocer, entre otros el IPC de Nicaragua, que julio aumentó el 0,8% y el 1,3% desde enero.
Resta saber, entre otros, los índices de Brasil, México y Venezuela del mes pasado. El país gobernado por Nicolás Maduro tiene el récord mundial de inflación. En julio informó una inflación del 19,6%, mientras que para la Asamblea Nacional fue del 55%; a nivel anual, las cifras fueron de 2.358% y 9.585%, respectivamente.
Mañana se conocerán los datos oficiales de México (sería del 0,4% y del 4% en el último año, según el Itaú) y Brasil (0,2% y 2,4%).
Un informe del banco Itaú indicó que, aunque en los primeros meses de la pandemia se notó una tendencia claramente deflacionaria en casi todo el mundo por el shock negativo sobre la oferta y la demanda, en julio este resultado cambió levemente en los países que apelaron a un fuerte estímulo fiscal y que comenzaron a exhibir algunas tímidas señales de reactivación económica.
En particular, expresó que las transferencias directas que recibieron las personas de menores recursos en la mayoría de los países -como el Ingreso Familiar de Emergencia en la Argentina- ayudaron a mitigar este reciente incremento en los precios y, a la vez, permitieron sostener una parte de la demanda que había caído en forma brutal desde marzo último.
Además, se nota una clara brecha entre la baja del precio en los servicios (por demanda) y la suba en los bienes (por cuestiones de oferta), acotó el informe del principal banco privado brasileño.
En la zona de los países desarrollados, en el último año Estados Unidos registró una inflación del 1%, Europa del 0,3% y Japón del 0,3 por ciento, respectivamente.
Los agentes del mercado y los analistas prevén que la política de tasa cero se mantendrá por bastante tiempo mientras persista la crisis global y advierten que en el futuro no muy lejano habrá una ola de alto endeudamiento soberano y déficit fiscal que podrían generar una suba en los intereses. Pero eso ocurriría en unos años y, por ahora, no le preocupa a ningún actor relevante de la política pública global; la Argentina, al parecer, también marca diferencias en este sentido.
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