«Estamos estudiando las cámaras para ver si hubo algún ingreso que no vimos ni el personal policial viera y que nosotros no tengamos indicadas quiénes son», señaló Sebastián Fitipaldi, uno de los fiscales que investigan la muerte de Natacha Jaitt ocurrida el sábado pasado en el salón de fiestas Xanadú de Villa La Ñata, tras una semana de declaraciones testimoniales y la detención del productor Raúl Velaztiqui, en una entrevista a TN.
El fiscal consideró junto a su colega Diego Calegari que «en principio descartaría» las teorías conspirativas aunque sostuvo que se investigan todas las variantes. «Están todas las hipótesis en juego. Nosotros investigamos para llegar a la verdad; se lo debemos a los familiares y a ella. No podemos hablar de asesinato ni de muerte natural hasta que no tengamos todos los elementos juntos; sería una irresponsabilidad», agregó.
Por su parte el fiscal Diego Calegari explicó que están abocados a trabajar en la revisión de cámaras. «Contamos con elementos objetivos y dentro de ello coinciden los testimonios en relación a que el cuerpo estaba boca abajo y luego se intentaron maniobras básicas que podría hacer cualquier persona con alguien que está mínimamente inconsciente», comentó.
Y sobre los tipos de encuentros que se realizaban en el salón Xanadú, Calegari acotó: «Hasta ahora lo que sabemos es que allí se hacían reuniones de conocidos. Lo que ocurrió el 22 de febrero fue una reunión acordada a esa hora, por un tema comercial. Ver si se podían realizar eventos entre Jaitt, su productor y el dueño del lugar».
Ayer, la cantante Lissa Vera, ex integrante del grupo Bandana, declaró en calidad de testigo en la Unidad Funcional de Instrucción de Juicio y Género de Tigre para aportar información sobre la relación laboral que existía entre la víctima y el empresario paraguayo Raúl de Jesús Velaztiqui Duarte (47), quien estuvo en la reunión del pasado fin de semana en el salón Xanadú donde murió la modelo y ahora está detenido por falso testimonio a raíz de las contradicciones en sus declaraciones.
Según reveló ella misma, Vera fue amiga de la actriz y tenía proyectos en común tanto con Jaitt como con Velaztiqui. Tras dar su testimonio, dijo que el 7 de febrero se reencontraron los tres después de mucho tiempo en un bar de Palermo, con motivo de su cumpleaños. A esa altura ya se había juntado con Natacha, a quien vio el día que ella declaró por la denuncia de violación.
Vera contó que a partir de ese encuentro se fueron gestando otros en los que evaluaron lugares para organizar un evento de «comidas y bebidas para gente grande» para el cual Xanadú era una de las tantas opciones que se barajaron.
«Ella contó su historia con respecto a las drogas. Yo jamás la vi en un estado que la desconozca. La persona que veía en la tele no era la amiga que tenía afuera de las cámaras. Este último tiempo, a pesar de lo que pasó a principios de año, la veía mucho mejor, la veía bien y me entristece que esto haya terminado así. No puedo hablar de lo que no sé», cerró la cantante.
Todos declararon y dieron su versión ante la Justicia sobre la noche en la que revelaron que se consumieron drogas y alcohol. La autopsia preliminar al cuerpo de la conductora y modelo indicó que murió por una falla multiorgánica, sin evidenciar signos de violencia. El análisis evidenció además un cuerpo afectado por una isquemia, una obstrucción arterial y una hemorragia interna en las trompas de Falopio.
El cuerpo de Jaitt fue encontrado cerca de las 2, desnudo sobre una cama de una suite del primer piso del salón de eventos situado en Isla Verde al 600, de Villa La Ñata, partido de Tigre, con restos de cocaína en las fosas nasales y ninguna lesión externa.
Por lo pronto, las pericias toxicológicas y anatomopatológicas que serán decisivas en el caso ya tienen fecha tras varias demoras. Según confirmaron fuentes cercanas al expediente, serán realizadas en los laboratorios de la Superintendencia de Policía Científica el próximo miércoles a las 11 de la mañana.
Las pericias no solo podrán determinar las posibles sustancias en el organismo de Jaitt sino también su estado de salud. Jaitt -en cuya orina se detectó cocaína y clonazepam en la pericia toxicológica hecha en el marco de su denuncia por abuso sexual en enero pasado– sufrió antes de morir una isquemia cardíaca y una hemorragia en el peritoneo que le debería haber provocado un dolor notable. Sus ovarios estaban «sumamente hinchados», apunta un investigador.
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