Tres personas que habían sido condenadas por trata de personas en la ciudad chubutense de Comodoro Rivadavia con penas de hasta 10 años de prisión se retiraron a sus domicilios «hasta ser notificados«, pero cuando los fueron a buscar para llevarlos a prisión ya se habían fugado.
«A nosotros se nos dio la orden de detención y no estaba ninguno en sus domicilios legales constituidos ni nadie de los que atendieron a los agentes supo indicar su paradero«, reconoció el jefe de la delegación policial, Arturo Cueto, encargado de la diligencia.
Los ahora prófugos fueron vistos por última vez el jueves 13 de octubre en los Tribunales, cuando se leyó la sentencia condenatoria, y llamó la atención que no quedaran detenidos de inmediato sino que se retiraran hasta tanto se producieran las notificaciones y se completaran las diligencias administrativas.
«Es algo que se tiene que tener en cuenta en el futuro, porque no puede ser que se condene a alguien con penas fuertes de 10 años, y se vayan a su casa a esperar que concurran a arrestarlos» explicó uno de los fiscales.
El proceso por el cual fueron condenados se inició en el 2013 y culminó hace dos semanas con la sentencia que dictó el tribunal oral federal constituido por Nora Cabrera de Monella, Pedro de Diego y Enrique Guanziroli.
La causa se inició a partir de una información enviada por correo electrónico y tras la investigación preliminar realizada por las brigadas federales, durante la madrugada del 3 de mayo de 2013 se realizó el procedimiento en el bar «Los Troncos”.
Allí la policía encontró a los ahora condenados, a las víctimas y a hijos de estos últimos, niños de 4 y 6 años, en piezas ubicadas en la parte posterior del local.
En el lugar también se encontró cocaína, la cual fue secuestrada junto a los teléfonos celulares, cuadernos con anotaciones y dinero en efectivo.
Según dejaron constancias los policías federales cuando concurrieron ayer a concretar las detenciones, en los domicilios declarados los atendieron hijos y familiares directos de los buscados quienes dijeron no saber dónde estaban porque no los veían hacía al menos una semana y no contaban con teléfono de contacto.
