Como un turista más, el intendente de Merlo fue al Vaticano a la audiencia de los miércoles del Papa. «Santo Padre, soy Gustavo Menéndez. Vine en 2014 y me dio su bendición», le dijo cuando le tocó saludarlo. Hizo un esfuerzo porque Francisco lo reconociera y se llevó una sorpresa: él sabía perfectamente quién era y hasta le preguntó por «la mafia» de su antecesor, Raúl Othacehé.
Al escuchar «Merlo», el Pontífice se detuvo aún más y, con una mano en el hombro, le preguntó: «¿La mafia de Othacehé no lo joroba?» Sin anestesia, el Papa le contó que él sufrió «en carne propia» al exintendente. «Tuve que ir un día a defender a un cura, el Padre Pancho Velo. Fui para frenarlo a Othacehé», relató.
Cuando Menéndez le manifestó que junto a otros 12 intendentes trabajan en transformar en políticas de Estado su encíclica Laudatio Si, volvió a sorpenderse: «Estoy al tanto de ese proyecto y me preocupaba tu caso por la mafia esa», le respondió Francisco.
El intendente de Merlo contó a Telenoche qué pasó el día que Jorge Bergoglio fue al municipio. Como Othacehé perseguía a Velo con intimidaciones y amenazas, el entonces arzobispo dio una misa en la que habló sobre las persecuciones que sufrió la Iglesia a lo largo de los años. Dijo que eso no la había detenido en hacer el bien. Y, como era de esperar, ni el mensaje ni la visita fueron bien recibidas. «Un grupo de personas que respondía al exintendente le tiró huevos», señaló.
El dirigente del Partido Justicialista confesó que le impactó escuchar al Papa atacar a Othacehé. «Una cosa es que lo diga yo o algún militante. Escucharlo de él fue muy shockeante. Asimilé todo lo que dijo», concluyó.
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