Bernardo Provenzano murió este miércoles en el hospital milanés de San Paolo, donde permanecía internado en coma profundo desde el 9 de abril de 2014 bajo régimen de aislamiento penitenciario.
Estaba internado bajo un régimen de aislamiento en el hospital milanés, debido a que su estado de salud y su precario cuadro neurológico impedían su permanencia en la cárcel.
La última visita que recibió en vida fue el pasado domingo 10 de julio, cuando su mujer e hijos fueron autorizados a ver al mafioso en el centro hospitalario.
Fue considerado como el verdadero Padrino por ser uno de los mayores criminales de la historia italiana. Tras permanecer prófugo durante 43 años, el 11 de abril del 2006 fue finalmente detenido.
Durante los 43 años que estuvo prófugo de la Justicia, gestionó toda la actividad de la “Cosa Nostra” y ordenó centenares de asesinatos, lo que lo convirtió en el “enemigo número uno” de las fuerzas del orden italianas.