Carlos Grosso detesta que lo mencionen. Como siempre, prefiere moverse en las sombras. Detrás de escena. Su intermitencia, de todos modos, no modifica su vínculo con Mauricio Macri: sus consejos tienen, desde hace más de una década, buena recepción por parte del Presidente.
En el 2011, el ex intendente porteño había sido junto a Jaime Durán Barba una voz relevante en la decisión de Macri de buscar la reelección en la ciudad de Buenos Aires y no competir frente a Cristina Kirchner. «Es imposible enfrentarse a una viuda», fue, por entonces, la asesoría del consultor ecuatoriano, en línea con Grosso, con quien trabó, con los años, una aceitada relación.
Como buena parte del ala peronista del PRO, el ex intendente porteño -de viaje por Estados Unidos, según su entorno- está eufórico. Es que el veterano dirigente, que en los últimos tiempos volvió a ser escuchado en Olivos con más atención, fue importante en la negociación que terminó con la confirmación de Miguel Ángel Pichetto como compañero de fórmula de Macri.
Grosso fue uno de los últimos que habló con el senador antes del llamado final del Presidente, al mediodía de este martes. «Tienen una muy buena relación», confirmaron en el entorno del ex jefe del bloque del PJ de la Cámara alta.
Al igual que el resto de los integrantes del núcleo más íntimo de Macri, Grosso recuperó el optimismo en las últimas semanas. Hacia el final del verano, el panorama que trazaba ante la dirigencia macrista era muy pesimista. Incluso aconsejaba no descartar un plan de emergencia en caso de que el jefe de Estado no recuperara popularidad.
En sus charlas privadas más recientes, el ex alcalde que trabajó para las empresas del grupo Macri a fines de los ’70 decía que Macri había recuperado iniciativa, que María Eugenia Vidal ganaría finalmente en la provincia de Buenos Aires y que Pichetto tenía que estar sí o sí en el Senado después de diciembre si es que el Presidente logra ser reelecto. Para aglutinar al PJ refractario a la ex Presidente.
Grosso habla con frecuencia con el círculo íntimo de Olivos y con buena parte de la dirigencia del PRO. No solo con el ala peronista, que sintió por estas horas la incorporación de Pichetto como una especie de reivindicación interna.
El viernes, figura en agenda una foto con el ex jefe de la bancada K, como una especie de bienvenida a la coalición de gobierno.
Rogelio Frigerio -que fue afiliado al PJ y fue funcionario de Carlos Menem, y trabó una estrecha relación con el candidato a vice-, Cristian Ritondo, Diego Santilli, Joaquín de la Torre, Sebastián García de Luca, Emilio Monzó, Federico Salvai y hasta Eduardo Amadeo tienen previsto encontrarse con el senador al final de la semana. Todavía trabajan en el formato del encuentro. ¿Monzó podría rever su postura de dejar el espacio a fin de año?
En la noche del martes había un sector que todavía negociaba, con el guiño de Casa Rosada, con Juan Manuel Urtubey, para seducirlo y sumarlo al nuevo frente «Juntos por el cambio» que reemplaza a Cambiemos. Santilli, confirmado oficialmente como compañero de fórmula de Horacio Rodríguez Larreta, se reunió con el gobernador de Salta hasta bien entrada la noche. Cuentan que le ofrecieron «de todo». «Todavía estamos trabajando», resaltaban en el entorno de Santilli en la mañana de este miércoles, horas antes de que Urtubey finalmente anunciara que acompañará a Roberto Lavagna.
El fin de semana, el salteño había vuelto a ser sondeado por Macri como eventual compañero de formula.
Santilli fue, además, un actor relevante en las charlas previas a la oficialización del binomio Macri-Pichetto que el Gobierno mantuvo con Elisa Carrió, que en las últimas dos semanas guardó un prudente silencio y que ya tiene casi cerrados sus acuerdos electorales con la Casa Rosada.
A la líder de la Coalición Cívica le informaron, paso a paso, de las conversaciones con Alternativa Federal. En esas charlas, Horacio Rodríguez Larreta fue clave. Igual que en el vínculo con Sergio Massa, que coqueteó con el macrismo bonaerense hasta hace algunos días.
Según las fuentes consultadas por este medio, la idea de colgar a María Eugenia Vidal de la boleta del ex intendente de Tigre surgió del encuentro que Macri mantuvo con Juan Schiaretti hace tres semanas, antes de que el gobernador viajara por descanso a Italia.
La ausencia del cordobés coincidió con el descalabro del PJ Alternativo. Y con las negociaciones finales en torno a la unción de Pichetto. Las semanas más peronistas de la era Macri.
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