Corresponsalía de Termas de Río Hondo
El domingo se saludaron, quedaron en encontrarse al otro día lunes para abrir sus puestos y compartir unos mates para arrancar la jornada. Pero la impunidad, los palos y los camiones de la municipalidad, cortaron los planes que Hilda tenía con Mary.
El lunes a las 5 de la madrugada, el sereno de la verdulería de en frente comenzó a llamar a los puesteros de la plaza del mercado para avisarles que sus stands que la misma municipalidad había inaugurado hace dos años atrás, estaban siendo removidos con máquinas, pinzas y amoladoras.
Todo pasó en cuestión de minutos, cuando llegaron estos trabajadores precarizados y con una lista larga de marginalidades que acarrean sus vidas, se encontraron con un oscuro panorama. Lo único que tenían para darles de comer a sus hijos, se transformó en chatarra ya envuelta arriba de un camión municipal. El sacrificio de años de estas familias termeñas se derrumbó como un castillo de naipes.
A pesar de que hasta el momento no hay un comunicado oficial del municipio, ni del concejo deliberante y ni siquiera de alguna secretaría municipal, fuentes altamente confiables aseguraron a “Última Hora” que la intención del ejecutivo es desalojar a este grupo de 50 familias que comercializan especias, pescados, ropa interior y algunas artesanías, con la intención de cerrar y hacer una playa de estacionamiento. Ahora bien, lo más insólito que reflejarn nuestros informantes es que hay una especulación de por medio con fuertes intereses económicos.
Si bien la zona del mercado de la ciudad termal es propicia al embotellamiento vehicular, hace muy poco y en cercanías a la zona en cuestión se inauguró un hotel internacional que pertenecería a la familia Tarchini.
“Última Hora” habló con Hilda González de 38 años, cuatro hijos, vendedora de condimentos y azafranes que se encontraba encadenada bajo un árbol quie nos dijo “Nosotros no le pedimos que nos den nada, nosotros no queremos mendigar nada, nosotros queremos tener nuestros puestos de trabajos que tuvimos por años acá, ciertamente hubo un par de avivados que tenían puestos en otras ferias, pero nosotros lo que quedamos aquí aguantando esta calor, somos los que siempre hemos trabajado aquí, por eso le pido a las autoridades que me escuchen por favor. Si tenemos que pagar los puestos, nosotros lo pagamos, pero queremos trabajar, simplemente eso, yo lo único que tengo es la Asignación (AUH) y mi marido que está desempleado y se la pasa de chancha en chancha, imagínate hijo, la paso muy mal”, rezaba como si fuese el padre nuestro reflejando en cada uno de sus dichos la miseria que el gobierno la obliga a vivir. Y agregó, “me duele mucho que nos traten como delincuentes, nosotros trabajábamos todo los días, los policías ahora están parados con escudos, palos y armas de balas de goma en frente de Refinor seguro para reprimirnos de nuevo”.
Ella sufre de picos elevados de presión y hace muy poco fue diagnosticada con una avanzada diabetes que no está siendo tratada porque carece de cobertura médica y de dinero.
Como es de costumbre, la clase política tradicional de la ciudad termal ante el poder omnipotente del “senador” y de José Emilio “Pichón” Neder no reacciona si no es a cambio de un acuerdo preelectoral para el año que viene. Siempre jugando con las necesidades de estos trabajadores bajo la terrible situación que están pasando. Se acercan, fingen escuchar, prometen soluciones y se van. Mientras tanto, los pobres quedan solos y los medios, hacen hablar al silencio.