En sus considerandos, la norma explicó que “ante diversos factores que impactaron en la evolución de la economía argentina y la incertidumbre provocada en los mercados financieros, el Poder Ejecutivo Nacional se vio en la necesidad de adoptar una serie de medidas extraordinarias tendientes a asegurar el normal funcionamiento de la economía, sostener el nivel de actividad y empleo y proteger a los consumidores”.
A comienzos de noviembre del 2017, y luego de medio siglo de vigencia del sistema, el Gobierno había eliminado la obligación de liquidar en el mercado de cambios las divisas provenientes de exportaciones de bienes, servicios y materias primas. Así lo había dispuesto mediante el decreto 893/2017, que llevaba las firmas del presidente Mauricio Macri, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el entonces ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne. Este lunes la norma volverá a regir.
La respuesta del mercado
Cuando este lunes comience la rueda cambiaria, y el dólar aparezca en las pantallas, se conocerá cuál es la reacción del mercado. Lo mismo sucederá cuando en Wall Street abran los recintos bursátiles y operen las acciones de empresas argentinas. Será el primer termómetro para descubrir si esto era lo que esperaban.
Mientras tanto, los economistas ya adelantan lo que será un tenso inicio de semana. En diálogo con TN.com.ar, Federico Furiase, de EcoGo, consideró que estas medidas «no resuelven las causas estructurales de la presión en el riesgo país y en el mercado de cambios, que han acelerado la pérdida de reservas desde los resultados de las PASO». «La obligación a liquidar exportaciones y los límites a la compra pueden moderar el drenaje de reservas, solo se puede ganar algo de tiempo, pero con altísimo costo político y generando una brecha cambiara en el dólar informal y en el dólar implícito en el mercado de bonos y acciones», opinó.
En cuanto a la repercusión que puede haber por parte de los mercados, definió: «La incertidumbre política en torno a cómo sigue la transición hacia las elecciones, si está o no el desembolso del Fondo en septiembre, con cuántas reservas termina la actual gestión y el programa económico a partir del 10 de diciembre son las fuentes estructurales deincertidumbre que seguirán pasando factura en el riesgo país, en el mercado de cambios y en las reservas del BCRA». Consultado sobre cómo podría mermar esa tensión, argumentó: «(Hace falta) que haya cooperación entre Macri, Fernández y el FMI, algo que hoy luce como una utopía».
Sabrina Corujo, de Portfolio Personal, subrayó que estas medidas «claramente limitan la demanda y aumentan la oferta de dólares». «Era el camino que quedaba y que nos fuimos el viernes esperando», sostuvo, tras la decisión de que los bancos deban pedir permiso para girar sus ganancias al exterior.
En la misma sintonía, Nery Persichini, economista de GMA Capital, le dijo a TN.com.ar que era «la única forma que el Gobierno tenía para, al menos, traer calma al mercado cambiario». Y agregó: «Por el lado de la oferta, no había incentivos para liquidar porque había una expectativa de devaluación mayor a la que había en la previa de las PASO».
«Por el lado de la demanda, la incertidumbre generó que se volviera todavía más agresiva en la compra de dólares. El foco de demanda estructural se vio exacerbada por el resultado de las elecciones. La única medida que se podía tomar era restringir la demanda», evaluó
El economista estimó que las medidas «se caían de maduro y se veían venir«. «Quizás lo que sorprendió fue la velocidad. La última semana fue una sucesión de eventos desafortunados que le costaron mucho dinero a las empresas y a los pequeños inversores que confiaron en activos argentinos. El daño es muy grande», sentenció.
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