En ese sentido, esta semana Juan Manuel Urtubey, gobernador salteño y candidato a vicepresidente de Roberto Lavagna, comentó que parte de las arcas provinciales «estaban invertidas en Letes para que no perdieran su valor». «El Estado nacional no puede obligar por un default a que las provincias también tengan que defaultear. Por ahora estamos hablando entre los gobernadores y vamos a llevarlo al Congreso», comentó en diálogo con América TV, sobre la posibilidad de judicializar el reclamo.
Una opción que trascendió además en los últimos días es que, en la negociación por el cobro de sus inversiones financieras, las provincias incluyan un «reperfilamiento» de las deudas que mantienen con la Nación.
El lunes, el Gobierno decidió suspender el envío al Congreso del proyecto de ley de reperfilamiento de la deuda de mediano y largo plazo emitida bajo ley argentina. Originalmente, este miércoles Lacunza iba a presentarse en la Comisión Bicameral de Seguimiento de la Deuda Pública para explicar la iniciativa. Pero el ala política del Poder Ejecutivo priorizó iniciar un canal de negociación con la oposición antes de ingresar el texto al parlamento.
Así lo decidió la Casa Rosada tras una reunión entre miembros del gabinete y las principales espadas parlamentarias del oficialismo. «Pusimos como objetivo central buscar consensos con la oposición antes de pasar la ley por el Congreso. Vamos a avanzar en reuniones con los referentes opositores para lograr acuerdos previos al envío del proyecto», comentaron fuentes oficiales.
La renegociación de la deuda de mediano y largo plazo incluye, según cálculos preliminares, unos U$S40.000 millones. Los títulos públicos argentinos sufrieron en los últimos meses ventas masivas por parte de los inversores. En el último año, algunos bonos tuvieron pérdidas de valor superiores al 60%.
El Gobierno sostiene que el reperfilamiento permitirá aliviar la carga de deuda y darle mayor margen de maniobra al Banco Central para usar reservas y contener al dólar.
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