El PRO reunió a su equipo de comunicación y marketing en Olivos para apuntalar el relato de campaña

El Gobierno empieza a pulir detalles de la campaña. Este viernes, la quinta de Olivos se convirtió en un comando electoral. La plana mayor del PRO y varias decenas de asesores analizaron a metros de la residencia presidencial cómo comunicar los próximos eventos vinculados a las tres gestiones macristas -ciudad, provincia y nación-, una de las claves de la estrategia según los cerebros del oficialismo.

En el PRO, los encuentros multitudinarios vinculados a la campaña ya son rutinarios desde hace semanas. En especial los relacionados a la comunicación y el marketing, cómo el que tuvo lugar esta tarde. Las decisiones estratégicas de la política electoral se deciden en mesas mucho más reservadas, que tienen a Marcos Peña, Horacio Rodríguez Larreta, María Eugenia Vidal y Jaime Durán Barba como principales protagonistas, atravesados por tensiones acumuladas de los últimos tiempos.

Este viernes, el jefe de Gabinete, el jefe de Gobierno porteño y la gobernadora bonaerense reunieron a sus equipos de comunicación para discutir el relato: cómo comunicar los próximos anuncios en la antesala de las elecciones, en especial los relacionados a las grandes obras, mostrar trabajo en equipo y sincronizar las campañas.

Para el macrismo, por ejemplo, el Paseo del Bajo, inaugurado el lunes, fue un éxito en términos del alcance comunicacional que el Gobierno capitalizó durante toda la semana.

El próximo evento de magnitud de Mauricio Macri, Vidal y Rodríguez Larreta tendrá lugar, según lo previsto, en los últimos días de junio. Será  la puesta en marcha del viaducto del tren San Martín, que une los barrios de Retiro y Paternal.

Macri solo pasó a saludar, recién vuelto de un viaje de 36 horas por Catamarca y Salta, donde pasó la noche del jueves antes de encontrarse por segunda vez en pocos días con el gobernador Juan Manuel Urtubey.

Pero la reunión sirvió para aglutinar a todos los cerebros de comunicación del PRO en la antesala de la campaña, en medio de los chispazos internos por la estrategia electoral y la coyuntura política y económica.

Además de Peña, Vidal, Rodríguez Larreta y Durán Barba, se acercaron a Olivos Santiago Nieto, socio mayoritario del ecuatoriano, y Joaquín Molla, el publicista de cabecera de la Casa Rosada, junto a funcionarios nacionales, provinciales y porteños. También estuvo Juan Manuel «Papón» Ricciarelli, el creativo del Gobierno bonaerense.

Fue, en ese sentido, la principal novedad: la vuelta al país del publicista que intervino en la campaña de Macri del 2015 y que trabaja para el jefe de Estado desde el inicio de la gestión presidencial.

Su última visita a Buenos Aires había sido el 1 de marzo, para el discurso de apertura de sesiones ordinarias de Macri en el Parlamento, donde se ubicó en una de las galerías de Diputados. El resto del tiempo lo pasa en Estados Unidos, conectado a diario con el equipo de Peña. Fue uno de los que intervino en la reunión de hoy.

El Gobierno apelará durante la campaña al relato de «la gente» vinculado a las obras. Un anticipo lo dio el propio jefe de Estado, en la noche del lunes, cuando subió a sus redes sociales el audio de un hombre que hablaba en términos «orgásmicos» de la obra del Paseo del Bajo. Por allí pasará la campaña oficial.

«Nuestro foco es la gente. Yo estoy adentro y nos la pasamos hablando de la gente. Todo el tiempo. Esa es la verdad. La gente es el alma de este equipo. Hubo gente que miraba nuestra campaña desde la perspectiva de la vieja política, no la entendían. Es así de simple. Aunque les cueste aceptarlo, hasta que ganamos, hasta el día que ganamos, seguían sin entender. Igual nos subestimaron tanto, tantas veces, que ya nos acostumbramos», explicaba Molla, en los últimos días del 2015, en una entrevista con este medio, tras ganar la segunda vuelta.

El español Roberto Zapata, en tanto, todavía desmenuza los resultados de los focus groups que realizó en estas últimas semanas por varios de los principales centros urbanos de la provincia de Buenos Aires, como Mar del Plata y La Plata. El psicoanalista tuvo que volver de urgencia al país para volver a medir la temperatura social, justo cuando la ex presidenta Cristina Kirchner oficializó, en forma sorpresiva, que acompañaría a Alberto Fernández como candidata a vicepresidenta.