En medio de las tensiones entre el papa Francisco y el gobierno nacional que encabeza Mauricio Macri, la Conferencia Episcopal Argentina recibió en su sede a la conducción del PJ Nacional, en otro gesto del Sumo Pontífice hacia el peronismo.
Por su parte, la primera actividad oficial que tuvo el PJ como partido constituido, al día siguiente de la conformación de la totalidad de las secretarías, fue encontrarse con las autoridades locales del culto católico.
El Presidente de la representación de la iglesia, Monseñor José María Arancedo, Obispo de Santa Fe, junto a Monseñor Carlos Malfa, Obispo de Chascomús, recibieron al presidente partidario, José Luis Gioja, a los vicepresidentes del Consejo Nacional, Daniel Scioli y la gobernadora de Catamarca Lucía Corpacci, el Presidente del Congreso partidario, Gildo Insfrán, Gobernador de Formosa.
«Le hemos ratificado a los Obispos nuestra permanente voluntad de diálogo sin resignar a nuestras convicciones”, señaló Gioja. Los dirigentes del justicialismo les ratificaron a las autoridades de la Iglesia Argentina que «el peronismo ha iniciado un proceso de reorganización, que será, sin dudas, garante y custodio del sostenimiento de la institucionalidad en el país”.
Por su parte, los Obispos, además, entregaron a los dirigentes políticos ejemplares del documento «El Bicentenario. Tiempo para el encuentro fraterno de los argentinos”, y coincidieron (sacerdotes y políticos) en que es un enorme orgullo para el país y para la Argentina tener un Sumo Pontífice, que es el máximo líder a nivel mundial, que lleve sobre el pecho los colores Celeste y Blanca.
La relación entre el Vaticano y el gobierno de Macri nació tensa desde el momento en que Macri fue recibido fríamente por Francisco en la sede vaticana durante breves 22 minutos a fines de febrero. Luego empeoró cuando Francisco no recibió a la dirigente social macrista Margarita Barrientos y sí a Hebe de Bonafini. Además, la Iglesia local habíaavalado el reclamo de las centrales sindicales contra el gobierno por la ola de despidos.
Por su parte, esta semana el gobierno intentó acercar posiciones al destinar16,6 millones de pesos al proyecto Red Mundial de Escuelas «Scholas Occurrentes», impulsado por elpapa Francisco. La medida fue anunciada como una sintonía con el «compromiso, con los valores y las acciones que promueve» el Sumo Pontífice.
Sin embargo, más allá de las buenas intenciones del gobierno nacional, la Iglesia recibió a la dirigencia peronista, un gesto que valdría oro para el gobierno si los invitados fueran las autoridades deCambiemos.