El Gobierno nacional define esta semana una nueva etapa de la cuarentena. A diferencia de anuncios anteriores, pondrá el foco en el interior del país y apelará al compromiso y la responsabilidad. En la Ciudad consideran que “no es momento” de apretar el botón rojo en el distrito para volver a una fase más estricta del confinamiento, e insistirán con el pedido de apertura de todas las actividades al aire libre que sean posibles, como terrazas y patios en bares y restaurantes.
La actual etapa vence el 21 de septiembre y todos los anuncios de extensión de la cuarentena contaron con una reunión previa del presidente Alberto Fernández; el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof. Pero aún no está confirmado que lo mismo suceda esta semana, en medio de la tensión que provocó la quita de recursos de la coparticipación a la Ciudad para ser reasignados a la Provincia.
“Vamos a trabajar como siempre hicimos cada vez que llegó el debate de un nuevo período y eso es reunirnos entre los ministros de Salud de Nación, Ciudad y Provincia, y entre los tres hacer un diagnóstico epidemiológico de cómo estamos en la región y dialogar sobre las oportunidades técnicas y las medidas concretas que podrían tomarse a cada lado”, señaló el ministro de Salud de la Ciudad de Buenos Aires, Fernán Quirós.
En declaraciones al programa Sólo una vuelta más, por TN, precisó que luego de esas reuniones se van a “elevar esas propuestas a cada uno de los jefes políticos y ellos decidirán cómo se reúnen y cómo se discute”.
En el Gobierno nacional reconocen que «no hay margen para cerrar” actividades nuevamente en el AMBA, además de estar preocupados por lo que sucede en el interior del país. Este domingo, Santa Fe superó a la Ciudad de Buenos Aires en cantidad de casos confirmados diarios, con más de 1000. El sistema sanitario de esa provincia está trabajando al borde, con el 70% de las camas de terapia intensivas ocupadas, y en la ciudad de Rosario ese porcentaje crece al 85%.
“Los controles se siguen haciendo, pero hay muchas cuestiones que dependen de la responsabilidad individual”, describieron fuentes del Gobierno nacional a la agencia Noticias Argentinas.
Quirós advirtió al respecto que restan “por delante varios meses hasta que tengamos una vacuna efectiva y disponible para las personas de riesgo” y por eso indicó que se debe “hacer una planificación”, que incluya “la intensificación de las políticas públicas en la investigación epidemiológica de los casos, el rastreo, el testeo y el aislamiento.
También dijo que debe tender a la “construcción de ciudadanía del aprendizaje sobre cómo manejarnos en el día y llevar lo que más se pueda la actividad al espacio abierto, donde se contagia 20 veces menos que en el cerrado”.
En igual sentido, confirmó que “está dentro de la estrategia pedir que abran terrazas y patios de bares”. “Vamos a ir proponiendo ir abriendo todo lo que podamos de esa actividad, siempre en espacio abierto”, detalló.
En cuanto a la posibilidad de apretar el “botón rojo” para volver hacia atrás en las fases de apertura del confinamiento, Quirós sostuvo que “en los lugares donde la velocidad de crecimiento es muy alta y las proyecciones de crecimiento lleven a un estrés del sistema de salud y corriera riesgos la capacidad de atender a todos de manera apropiada es indispensable hacer eso”.
No obstante, el titular de la cartera de Salud porteña advirtió que esto se debe decidir “en el lugar apropiado, en el momento apropiado” y opinó que “decididamente en la Ciudad ahora no lo es”, debido a que “desde el 18 de julio, se lleva nueve semanas de una estabilidad de casos entre 1100 y 1300 y un promedio de los últimos siete días de 1100 casos de promedio”.
“Después de seis meses el miedo no es una buena estrategia y solamente tensiona a la sociedad. Es mucho más importante el diálogo para hacer foco en lo que es esta enfermedad”, agregó.
Sin embargo, en la provincia de Buenos Aires no están dispuestos a avanzar con nuevas aperturas, aunque en muchos municipios se habilitaron mesas al aire libre en bares y restaurantes, sin autorización oficial.
En la Ciudad, otros temas pendientes tienen que ver con el pedido de apertura de gimnasios y la vuelta a clases presenciales para los niños que perdieron la conexión con sus escuelas. Quirós sostuvo que “para actividades en espacios cerrados la curva no está suficientemente descendida” y descartó que se habiliten los gimnasios.
En tanto que para la vuelta a clases, confirmó que se está “trabajando sobre una estructura de mayor a menor vulnerabilidad, para ir recuperando algunos de los daños del neurodesarrollo de los niños y del aprendizaje y la educación de ellos”.
El primer foco estará puesto en 6000 niños que perdieron el vínculo con la escuela, en donde el entorno no facilita el contacto con la escuela”, porque “el daño puede ser irreparable allí”. Luego se trabajará en “los niños que terminan algún ciclo”, para los que se está “pensando alguna estrategia para el cierre” del ciclo escolar.
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