La negociación de este año tiene características inéditas. Es que por primera vez un gobierno busca acordar los términos de la ley más importante para el funcionamiento de la administración pública antes de girarla al Congreso. El diálogo con los gobernadores está marcado por la crisis económica y por el ajuste planteado en el gasto público como parte de la estrategia del gobierno nacional por reducir el déficit cero.

En caso de cerrarse el acuerdo por el Presupuesto, el Poder Ejecutivo cree que enviará una nueva señal de gobernabilidad que ayudará a tranquilizar los mercados luego de dos semanas de turbulencias y alta volatilidad.

Con el entendimiento cerrado con las provincias, el Gobierno elevará al Congreso el 15 de septiembre el proyecto de presupuesto 2019, que tendrá un recorte del déficit aún mayor del 1,3% del PBI previsto originalmente en función de una exigencia del FMI para destrabar fondos a la Argentina.