Boca deberá definir parte del plantel para la próxima temporada en las próximas dos semanas, en las que tendrá que acordar extensiones de contratos, cesiones, ventas y regresos de préstamos. Para todos ellos, deberá tener en cuenta la problemática del cupo de extranjeros, en la que se encuentra al límite de lo permitido.
El actual equipo tiene cinco extranjeros (además de Frank Fabra, que está nacionalizado). Ellos son el peruano Carlos Zambrano, el venezolano Jan Hurtado y los colombianos Jorman Campuzano, Sebastián Villa y Sebastián Pérez. Sobre este último, la intención de la dirigencia es negociar una nueva cesión para liberar un lugar.
Por otra parte, Boca tiene avanzadas las negociaciones con el chileno Mauricio Isla, quien ya se despidió del Fenerbahce de Turquía (su contrato vence el 30 de junio). Además, las tratativas con el Celta de Vigo por el pase del uruguayo Lucas Olaza entraron en punto muerto, ya que el conjunto gallego pretende que el Xeneize le pague parte de su contrato hasta diciembre, algo que no fue aceptado. De no saldarse esta diferencia, el lateral debería retornar al país.
Según el reglamento, todos los planteles del fútbol argentino están autorizados a tener seis extranjeros, aunque solo pueden inscribir a cinco de ellos en las planillas de los partidos. Y el Xeneize, a esta altura, podría superar ese número.
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