Víctor Manzanares, el ex contador de los Kirchner que se convirtió en «arrepentido», reapareció por tribunales para contestar durante más de siete horas una serie de preguntas que fueron «al hueso» sobre el rol que tuvieron los distintos integrantes de la familia en los negocios que los rodearon.
Según pudo saber Infobae, Manzanares aseguró que mientras Néstor vivió, todo estaba bajo su cargo. En ese período, el rol de Máximo fue «mínimo», explicó. Pero, dijo, todo cambió en octubre de 2010, cuando falleció el ex presidente, y el hijo mayor comenzó a hacerse cargo de los negocios.
Manzanares también detalló que, a diferencia de su hermano, Florencia Kirchner no tuvo ninguna injerencia en los emprendimientos de la familia hasta el año 2016. En cambio el contador aseguró que Cristina Fernández de Kirchner comenzó a involucrarse más con diversas operatorias cuando se alejó en diciembre de 2015 de la Casa Rosada.
Las palabras de Manzanares formaron parte de una extensa declaración que prestó ayer ante el juez Claudio Bonadio y un funcionario de la fiscalía de Carlos Stornelli. También lo acompañó su abogado Roberto Herrera. Estuvo declarando desde las 11:30 hasta pasadas las 19.
Manzanares está procesado por lavado del dinero que manejó Daniel Muñoz, el millonario secretario privado de Néstor Kirchner. En esa causa pidió ser arrepentido y reveló una serie de operaciones y anécdotas que ahora se están profundizando. Habló de Muñoz como un «corruptor de almas», las «llaves del tesoro» que tuvo que entregar en el entierro de los restos del ex presidente y el «menos mal que se murió» que lanzó Cristina Kirchner cuando falleció el ex secretario presidencial.
En la última declaración, en el marco de una ampliación de su indagatoria, Manzanares volvió a aludir a cómo se armó el sobreseimiento por enriquecimiento ilícito de los Kirchner . Las pericias se basaron, dijo, «en fotocopias» y «en papeles sin certificar». Aquel fallo fue dictado en 2009 por el entonces juez Norberto Oyarbide y ahora, con las revelaciones de Manzanares, se pidió la reapertura de la causa por la llamada «cosa juzgada írrita».
El contador también habló de cómo se compró el hotel Waldorf. Ya hay una causa en la que se denunció que el empredimiento fue de la familia Kirchner porque aparecía como una inversión de Osvaldo «Bochi» Sanfelice, el socio de Máximo. Aunque no puede comprobarlo, Manzanares sostiene que la compra se hizo con dinero de los Kirchner.
Su extensa indagatoria de ayer fue un repaso detallado de sus tres anteriores declaraciones como «imputado-colaborador», en donde precisó datos específicos que se le preguntaron y corrigió otros puntos que no habían quedado claros.
«Fue una declaración muy específica», comentaron a Infobae las fuentes consultadas, en donde sobresalió las consultas sobre el rol que cumplía cada uno de los integrantes de la ex familia presidencial.
Manzanares dejó en claro que, desde lo que él advertía, Néstor estaba a cargo de todo , pactaba los contratos de alquiler y los montos a recibir y sus hijos o su esposa casi no intervenían. Pero con su repentina muerte las cosas cambiaron: Máximo tomó el control de los negocios y su madre recién pasó a tener más participación cuando abandonó la presidencia. El contador aseguró que ambos se consultaban para la toma de decisiones.
Florencia, en tanto, quedó a salvo -en las palabras de Manzanares- de un rol de mando o participación destacada en los negocios a partir de los cuales se construyó la fortuna de la familia Kirchner. La ex presidente Cristina Kirchner ha dicho que se acusa a su hija de integrar una organización ilícita que comenzó cuando la joven iba al colegio secundario. Es que la asociación bajo investigación habría comenzado en el 2003, cuando los Kirchner llegaron a Balcarce 50 y Florencia era una adolescente. Con el fallecimiento de Néstor Kirchner, la joven heredó un porcentaje de los emprendimientos de su padre.
Precisamente, por esa integración de sociedades, Florencia tiene dos frentes judiciales abiertos: está procesada en las causas Hotesur y Los Sauces. A diferencia de su madre o su hermano, no posee fueros y, ante una eventual condena u orden de prisión preventiva, podría quedar detenida.
Florencia Kirchner viajó a Cuba el 7 de marzo, donde -según informó su madre a través de redes sociales- sufrió una descompensación que le impide volver. Ahora, los tribunales orales que llevarán adelante las causas en su contra pidieron presentar la historia clínica que justifique que debe quedarse. La defensa consiguió extender hasta las dos primeras horas del martes próximo la presentación de esos informes.
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