Hugo Moyano y su hijo Pablo fueron imputados en la causa por asociación ilícita que lidera el barrabrava “Bebote” Alvarez, pero también están siendo investigados por compañías que figuran a nombre de los hijastros de Moyano, Juan Manuel Zulet y Valeria Salerno, y que tienen como principales clientes al Sindicato de Camioneros y a la obra social del gremio. Asimismo, las tres empresas comparten la misma compañía de seguros, Caminos Protegidos Aseguradora de Riesgos de Trabajo, la cual es administrada por Pablo Moyano, hijo de Hugo.
En lo que respecta a la causa de la barra brava, el abogado aseguró que lo único que llegó es “un oficio para hacerles saber que como presidente y vicepresidente de Independiente tienen derecho a acceder a la causa, pero no es un procesamiento, ni tienen restricción de nada“.
Para Llermanos, “estas cosas han pasado docenas de expedientes, mucha gente tiene deseos profundos de que algo así ocurra. En la mayoría de las leyes los sindicalistas molestan. El buen sindicalismo molesta, y lo aclaro porque no hay ni un sólo afiliado a Camioneros que se queje del gremio que tiene“.
“Hay un deseo de cierto sector tilingo de la sociedad de ver a los Moyano comprometidos“, remarcó el abogado, quien aseguró que “la primera causa vinculada al enriquecimiento por parte de un sindicato, fue del Pata Medina, enfrentado con Moyano, también se sumó Graciela Ocaña, pero en ninguna causa se le llegó a tomar declaración a Moyano, los elementos no pasaban de un recorte o comentario periodístico“.
El legista indicó que “no hay ninguna prohibición de que un sindicato contrate a un afiliado mientras el precio sea competitivo” y resaltó que si bien “algunas empresas están vinculadas a familiares o amigos, lo que debe investigarse es si se sobrefacturó“.