La muerte de Emanuel Garay, el cadete de 19 años sometido a un entrenamiento extremo en La Rioja, desató una crisis política en la provincia: el gobernador Sergio Casas echó al secretario de Seguridad, Luis Angulo, y al jefe de la Policía, Luis Páiz.
Fuentes oficiales confirmaron a TN que toda la cúpula fue descabezada y que crearon una comisión para que desarrolle un nuevo método instructivo para la Escuela de Policías de La Rioja.
Además, la Gobernación decidió suspender toda actividad oficial y ponerse a disposición de la Justicia, que investiga el hecho como «homicidio».
Roque Garay, hermano del cadete que falleció este sábado, había revelado el jueves a TN: «Era la primera clase del período de adaptación. Le aplicaron el ‘baile’, es decir, una tortura: lo obligaron a realizar ejercicios extremos con 40 grados». No le permitieron tomar agua, se deshidrató mientras hacía la práctica y se desmayó. Estuvo tirado 40 minutos hasta que llegó la ambulancia.
«Hemos pedido la remoción inmediata de todos los integrantes de la cúpula de la Policía e hicimos la denuncia correspondiente», dijo Casas, en conferencia de prensa.
«Creemos que en la Policía también hay hombres y mujeres buenas y queremos que ellos estén dispuestos a formar a otros que estén dispuestos a proteger el derecho a la vida, con la responsabilidad que amerita el caso», explicó.
«A partir de hoy se está haciendo cargo de la fuerza el comisario Elizondo y el miércoles tomará juramento el nuevo secretario de Seguridad, De la Fuente, y al nuevo ministro, el doctor Pérez», adelantó.
«Hemos dispuesto la suspensión provisoria, cualquier tipo de ingreso, porque se está diseñando una comisión encabezada por un civil para que en 15 o 30 días estemos presentando una nueva forma de cómo instruir a quienes van a ser los futuros policías», concluyó.
