Según consignan medios nacionales, una testigo se quebró y los comprometió. Rodolfo Manuel Osorio, alias “Rodolfito”, de 17 años, y Jonathan Maximiliano Acevedo, apodado “Viejo”, de 18 años, quedaron formalmente detenidos luego del relato de una pasajera que fue clave para dar con los presuntos asesinos del colectivero de la línea 620.
La mujer, quien les habría prestado la SUBE para que finalmente pudieran viajar, relató cómo fue la secuencia del homicidio y detalló que el mayor de estos dos fue el que efectuó la ráfaga mortal que le quitó al vida a Leandro Alcaraz, de 26 años, mientras que el otro viajaba al hospital de San Justo para ver a su novia que está embarazada.
La Policía Bonaerense realizó un allanamiento en la casa de Acevedo por orden del juez José Luis Maroto y se incautaron tres teléfonos, una campera Adidas negra y un par de zapatillas Nike. En tanto, en la casa de Osorio también se llevaron dos teléfonos, una campera Nike azul y un arma. Sin embargo, como se trata de un menor de edad tuvo que intervenir la Unidad Fiscal de Investigaciones de Menores de La Matanza a cargo de Emilio Spatafora.
Los elementos secuestrados coinciden con los que llevaban los asesinos de Alcaraz y por ello los investigadores están convencidos de que dieron los los homicidas.
El principal obstáculo que tiene la Justicia para proceder es que aún no se presentaron testigos del momento en el que los agresores balearon al chofer. Ni siquiera la mujer que habría prestado la SUBE para que viajen.
“Solo pudimos hablar con algunas personas que estaban arriba del colectivo en el momento que esta pasajera les habría prestado la tarjeta SUBE, pero todavía no se presentó ningún testigo del hecho”, relató la fiscal Patricia Ochoa.
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