La sorpresa con la que se encontraron los docentes hoy frente a los cajeros fue un golpe duro de digerir, desde diversos puntos de la provincia nuestras fuentes daban cuenta que gran parte de la comunidad educativa habían cobrado cifras que iban entre los $0 y $50.
Esta acción por parte del gobierno tiene el claro fin de presionar a los docentes hasta asfixiarlos, esta particular situación podría lograr dos tipos de reacciones: el cese de las actividades de protesta y movilización o la furia enardecida de aquel que dejaron sin sustento para mantener a su familia so pretexto de mantener una actitud, que si bien es contraria a la voluntad del gobierno, es absolutamente legal y contemplada por la carta magna.
Desde el gremio CISADEMS ya salieron a rechazar el brutal actuar del ejecutivo santiagueño al negarles literalmente la totalidad de sus sueldos, que hacen que en un futuro mediato los docentes no tengan con qué comer. El nivel de virulencia con el que responde el gobierno no llama la atención puesto que es el modo y la forma con la que el zamorismo siempre ha tratado a quienes, aunque fuese de modo casual, se convierten en sus detractores. Mientras tanto la cuestión no sólo no se destraba, sino que se profundiza y lo peor: no hay soluciones a la vista.
