Tras el relanzamiento del Plan Progresar que realizó el presidente Mauricio Macri, denominado ahora Becas Progresar, por medio del cual se busca financiar la conclusión de estudios primarios, secundarios, universitarios y los cursos de formación profesional, la economista y docente de la UBA, Lucía Cirmi Obon, advirtió que se trata de un “anuncio un poco tramposo”.
Al ser consultada por El Intransigente, Cirmi Obon, quien fue en una oportunidad coordinadora del programa, aseguró que “cuando uno mira en detalle, por lo menos el decreto, la resolución y los anuncios que están en la página web, se da cuenta que al final es un tipo de recorte lo que pasó”.
En ese sentido, Cirmi Obon remarca que hay varios aspectos que eran importantes y que fueron derogados, a la vez que cambiaron ciertos requisitos que eran imprescindibles para que las becas alcancen al mayor grupo de beneficiarios posibles, fundamentalmente a los sectores más vulnerables de la sociedad.
Se recortó la pata que tenía el programa de cuidado a los jóvenes que tienen niños a su cargo, donde se ofrecía un sistema de guarderías, se derogó también uno de los requisitos que eran sobre salud, donde los beneficiarios se realizaban chequeos médicos una vez al año y se sacó un empalme que permitía que si vos encontrabas un trabajo los primeros meses se seguiría cobrando el Progresar porque no sabías lo que iba a pasar con ese trabajo”, explicó la economista sobre algunas de las pérdidas que se registraron con el nuevo plan.
En tanto, sobre la incorporación de algunos requisitos e incentivos, señaló: “Antes eran más accesibles, ahora hay más, y conociendo los indicadores económicos y como impactan en la educación, dentro del universo Progresar van a estar más beneficiados los que estén más cerca de la clase media y varios grupos pueden quedar afuera”.
Por último, uno de los puntos fuertes que se cuestiona tiene que ver con los montos del programa, los cuales, en palabras de Cirmi Obon: “No se actualizaron sino que quedo abajo de lo que estaba en marzo del 2015”. Y en relación a eso, agregó: “Si lo comparas con el poder adquisitivo para la mayoría de jóvenes que van a hacer secundario, formación profesional y universitario van a ganar menos que en 2015”.