El alcade de la localidad, Luca Salvai, fue quien casó a la italiana Federica y la sudamericana Isabel, según informaron desde esa comuna. Como la prensa había accedido a la fecha del enlace, la boda fue adelantada un día y así esquivaron a los curiosos.
Las dos mujeres habían tomado los hábitos en la orden franciscana y se conocieron en un viaje de peregrinación, según señala el diario «La Stampa», de Turín.
«Nos gustaría que nuestra Iglesia acogiese a todas las personas que se quieren«, dijo Federica. Pero a ella todavía le queda un trago todavía más difícil: «No sólo le tengo que decir a mi padre que ya no soy monja, sino que soy muy feliz por haberme casado con Isabel«.
En teoría habían programado una festividad religiosa oficiada por el ex cura Franco Barbero, a quien el Vaticano excomulgó en 2003 por su proximidad con la comunidad homosexualidad. «Yo todavía me siento un cura de los pies a la cabeza», dijo según el diario, quien aseguró que no es la primera vez que casa a dos monjas.