Por Juan Pablo Suárez
Si esta nota tuviera que ser una canción, no se me ocurriría otro título. Es que tantas veces los mataron (como padre y como hijo), les arrancaron un pedazo de vida, de tiempo juntos y con abrazos negados, silencios prolongados, ausencias mutuas y lacerantes con odios injustificados. En definitiva, les convirtieron las almas en girones que el tiempo y la vida fueron permitiendo olvidar, para recomponer, fortalecer y consolidar. Porque los muchachos que idearon esta trama no sabían que “LA SANGRE NO SE HACE AGUA”.
Ayer viendo imágenes de la interminable columna recordé la tarde que mirándolo en su lugar de detención pensé “SE TERMINÓ, de esto no vuelve más, lograron lo que querían” y lo peor era que yo sabía que era mentira porque la documentación que obraba en mi poder, más las investigaciones y escudriñamientos que habíamos realizado nos decían que nada de lo que estaba viviendo debía suceder, que era otra maniobra para que desapareciera un opositor, uno en serio, al que se le teme porque se lo conoce y no es cosa sencilla de doblegar (a la vista están las pruebas).
Nunca, pero nunca, había visto tanto ensañamiento para destruir a una persona desde el poder político, pero tampoco había sido testigo de tamaña fuerza para ponerse de pie, para resurgir y dar vuelta lo inexorable, para cambiar una historia escrita. Y así fue, ayer la gente que lo acompañó lo hizo desde la certeza de que aquellos años fueron infames, oscuros, truculentos, que vendrán otros difíciles, pero que hoy se sabe la verdad, una que este medio y este periodista saben y que mas allá del resultado del próximo domingo, no pudieron, no lo lograron porque como lo dice María Elena Walsh en la voz de la Negra Sosa.
Tantas veces me mataron
Tantas veces me morí
Sin embargo estoy aquí resucitando
Gracias doy a la desgracia y a la mano con puñal
Porque me mató tan mal
Y seguí cantando
Cantando al sol como la cigarra
Después de un año bajo la tierra
Igual que sobreviviente
Que vuelve de la guerra
Estas líneas que tratan de reflejar que no siempre gana el más fuerte, intentan ser un bálsamo para los que creemos que no todo esta perdido y que hay unos cuantos que todavía piensan seguir cantando porque “NOS MATARON MAL”.
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