En dialogo exclusivo con la periodista de Quimilí Patricia Britos, contó detalladamente cómo se sucedieron los hechos de esta inusual conducta de la policía.
Comenzó diciendo que “Toto Ocaranza es el menor de los detenidos (16) y se encuentra alojado en Añatuya”. Agregó que “el menor de los hermanos había desaparecido y –peor aun- nadie sabía a dónde se lo habían llevado. Esto sucedió en la jornada de ayer”.
Se supo que el menor fue trasladado sin el conocimiento de sus abogados Jorge Navarro y Miguel Torres, ni tampoco el de su padre. La periodista contó que los letrados recorrieron todas las dependencias policiales y no pudieron encontrarlo y «barajaban la idea de hacer una denuncia por secuestro si no aparecía pronto».
Una vez que se hizo pública su desaparición a través de una radio local, amigos, familiares y vecinos organizaron a último momento una movilización pidiendo la inmediata aparición del joven Ocaranza, se concentraron en Plaza San Martin y marcharon hasta las oficinas donde aparentemente trabajaría el juez Miguel Ángel Moreno y mientras se desarrollaba la manifestación un llamado telefónico a don “Cepi” Ocaranza le comunicó que su hijo había aparecido. Le dijeron que fue trasladado a Santiago del Estero para que fuera interrogado, pero que ya estaba de nuevo en Añatuya.
Todo esto se pudo saber gracias a la visita inesperada de un tío del detenido, quien se dio con la noticia de que su sobrino no se encontraba en Añatuya.
La periodista contó a Última Hora que “la paciencia de la gente de Quimilí ha llegado a un límite, ayer no fue una marcha como a la que estamos acostumbrados. Si el día de mañana hay un estallido en la ciudad será culpa por el mal manejo de la causa, que lleva un mes sin saber quienes son los responsables del crimen de Marito».