A una década del crimen de Nora Dalmasso, la causa tuvo un giro inesperado en los últimos días con su reactivación a través de la imputación del viudo, Marcelo Macarrón, y ayer se presentó ayer en los tribunales de Río Cuarto, Córdoba, Facundo, el hijo de ambos.
La comparecencia como testigo del joven fue sorpresiva y forma parte de la estrategia del abogado Marcelo Brito, defensor del viudo. Según explicó el letrado, Facundo fue el primero de tres testimonios que tiene estipulados para respaldar la coartada del médico traumatólogo.
Frente a la prensa en los Tribunales de Río Cuarto, Brito volvió a plantear que en la escena del crimen ocurrido el 26 de noviembre de 2006 se encontró otro cabello que no pertenecería ni a la víctima ni a Marcelo Macarrón y reiteró la inocencia de su cliente.
En el inicio de la semana, Macarrón declaró durante unas cuatro horas ante el fiscal, quien lo mantiene imputado por el crimen. Volvió a negar toda responsabilidad en el homicidio y reiteró que el día del crimen se encontraba en Uruguay disputando un torneo de golf junto a unos amigos.
En tanto que el pintor Gastón Zárate, quien estuvo detenido e imputado por el crimen de “Norita” y había sido sindicado como “el perejil” del caso, reapareció ante la prensa afirmando que mientras trabajaba en la casa, escuchó una fuerte discusión entre Nora Dalmasso y su esposo en la que el dinero era el eje: “Ella pedía algo, hubo insultos, gritos y él le dijo ‘esto se va a acabar pronto’”.
Dalmasso, de 51 años, fue encontrada sin vida con signos de haber sido sometida a violencia sexual y estrangulada en su casa del barrio Villa Golf, en Río Cuarto, el 26 de noviembre de 2006.
