«Franco (Macri) armó un sistema de espionaje que después fue utilizado por Mauricio», aseguró Juan Cabandié, diputado nacional por Unidad Ciudadana, en diálogo con El Intransigente. Asimismo, se refirió a la situación judicial que está enfrentando Luiz Inácio Lula da Silva, ex presidente de Brasil y destacó:»Lo de Lula está enmarcado en una embestida del poder económico contra gobiernos que han favorecido a la mayoría».
Durante una entrevista con El Intransigente, el diputado nacional se refirió a los embates que esta desarrollando el Ejecutivo nacional bajo la premisa de la lucha contra la corrupción y las últimas expresiones de Hugo Moyano; y advirtió: «La familia Macri está sucia como una papa».
«Franco armó todo un sistema de espionaje que después fue utilizado por Mauricio, con Fino Palacios y efectivos policiales, que les permitía escuchar a diferentes representantes nacionales» y así contrabandear «autopartes de Uruguay», sentenció el diputado nacional por Unidad Ciudadana y referente de La Cámpora.
Además, destacó: «No mea agua bendita la familia Macri», ya que fue el presidente quien le permite «blanquear 6 millones de dólares a su hermano por decreto, entrega obra pública por doquier a su intimo amigo de toda la vida, que es (Nicolás) Caputo. Tiene cuentas offshore. La familia Macri está sucia como una papa», sentenció.
En tanto, ante la consulta por su último posteo en Twitter donde aseveró: «Defender a Lula es defender la Democracia», el legislador nacional le explicó a El Intransigente, que «lo de Lula está enmarcado en una embestida del poder económico contra gobiernos que han favorecido a la mayoría», ya que en estos casos «siempre la discusión es económica». «El poder económico usa dos herramientas dentro del marco democrático, que son los medios de comunicación y justicia, mientras que en décadas pasadas usaba las armas, ahora usan eso y es eso mismo lo que esta aconteciendo con Lula».
Para finalizar, ante la consulta sobre las últimas noticias de investigaciones judiciales contra diferentes líderes sindicales, Cabandié aseveró que no puede culparse a todos los gremios de «hechos aislados», aunque advirtió que «eso no exculpa a las ilegalidades que cometan los sindicalistas». «Dentro del mundo sindical hay 75 mil dirigentes sindicales», señaló el legislador y aseguró que con estas medidas se busca «ensuciar a la lucha de los trabajadores, porque los empresarios no están preocupados en mejorar la calidad de vida de los trabajadores, sino en enriquecerse a costa de los trabajadores».