Es todo un símbolo: un árbol autóctono por cada bebé que nazca en la ciudad patagónica. El Concejo Deliberante de San Carlos de Bariloche aprobó este original plan de forestación que vincula el cuidado del medioambiente con el crecimiento poblacional de la ciudad.
El proyecto fue aprobado por unanimidad en la sesión legislativa del jueves último y busca además de homenajear a los recién nacidos generar conciencia ecológica.
Según la norma, tras el registro del nacimiento de cada niño las familias podrán solicitar una especie autóctona o frutal, mientras la municipalidad deberá plantar anualmente la misma cantidad de árboles que los bebés nacidos.
De esa forma, la comuna aportará a los barrios que requieran de la forestación los ejemplares que no sean retirados por las familias. Según el área de Salud de la ciudad rionegrina, en Bariloche nacen unos 2.500 niños por año, indicó el sitio ANB.
La concejal Cristina Painefil, autora del proyecto por el espacio Juntos Somos Bariloche, señaló que «llegar a las familias con un árbol autóctono, homenajear a un bebé, de forma universal y sin distinción, es una manera que todos nuestros barrios vuelvan a lucir como cuando éramos chicos, con árboles y frutales».
Painefil reconoció que el impacto de la iniciativa recién podrá verse dentro de varios años pero destacó que como integrante de pueblos originarios sentía la necesidad de reforestar con especies autóctonas, lo que permite preservar tanto la flora como la fauna local.