Tras el fallecimiento de la periodista Débora Pérez Volpin en medio de sospechas de mala praxis de los médicos que la atendieron en el Sanatorio de La Trinidad de Palermo, Anamá Ferreira habló sobre la terrible experiencia que vivió cuando tuvieron que operar a su ex marido Ricardo Laurino en la misma clínica privada.
“Cuando volvió de la operación estaba a los gritos pelados, gritaba y gritaba de dolor y yo me desesperé: lo habían cortado en el lugar equivocado”, contó Anamá sobre la intervención que le realizaron a Laurino en 1998 por una hernia de disco.
Mediante un estudio determinaron que no le habían sacado la hernia ubicada en medio de sus vertebras: “Se la habían dejado, solo cortaron una parte”, recordó Anamá.
Según indicó la ex modelo, los médicos “querían volver a operarlo enseguida» pero ella no autorizó la operación porque sabía que había que esperar un tiempo prudente: «Recordaba el caso de un actor que había muerto por la anestesia y me dio miedo».
Previo a la nueva intervención, Anamá reaccionó contra los médicos: “Armé un escándalo, le dije al doctor‘Mi marido entró caminando y tiene que salir de acá vivo y caminando, no en silla de ruedas’. No me dijeron nada, tuve que averiguar yo qué era lo que había salido mal».
Tras lo sucedido, Anamá no hizo una denuncia formal pero aún recuerda el hecho con indignación: «No miento, debe estar todo en los archivos. Nunca más pisé ese Sanatorio”.
