Alberto Fernández no cree que sea necesaria una transición presidencial como planteó Mauricio Macri en su único encuentro en Balcarce 50: piensa que eso no le agregará demasiado a los planes de gobierno que ya empezó a diagramar desde las oficinas de Puerto Madero y busca diferenciarse aun más del actual gobierno.
Hay más. Después de la reunión que mantuvo con Cristina Kirchner en el departamento de Recoleta, el presidente electo se terminó de convencer de que el traspaso de mando presidencial se realice en el Congreso y no en la Casa Rosada como tradicionalmente se hizo en la historia reciente de la Argentina con Raúl Alfonsín, Carlos Menem y Fernando de la Rúa.
Como adelantó Infobae, la intención de Fernández es repetir el traspaso de mando tal como lo hizo Néstor Kirchner con Cristina Kirchner en el Congreso en el 2007. En aquel momento desde el Parlamento se hizo la jura y al mismo tiempo la entrega del bastón presidencial. Esto mismo quiere repetir Alberto Fernández, aunque en el gobierno el secretario general de la Presidencia, Fernando de Andreis, ya tenía todo previsto para que la entrega del bastón y la banda se haga en el Salón Blanco de la Casa Rosada.
Todo esto forma parte de un nuevo debate entre el macrismo y el kirchnerismo que ya se vio cuando asumió Macri y Cristina Kirchner no le quiso entregar el bastón presidencial en mano.
El mismo debate se da con la transición. Fernández rechaza de plano una transición atada a los tiempos y decisiones de Macri. Ayer se lo confirmó a unos pocos colaboradores al sostener que cualquier decisión que tomen con Macri podrían comprometerlo con medidas de último momento del actual gobierno.
“No vemos cuáles serían los réditos concretos de una transción como la que plantea Macri. No resolverá mucho más de lo que ya se sabe de la situación desastrosa de la economía de la Argentina”, reveló ayer a Infobae un allegado a Fernández que en estas horas mantiene intensas reuniones en Puerto Madero.
No es el único que piensa de esa manera. Para Fernández y la mayoría de su equipo del Frente de Todos, la transición sujeta a los designios de Macri sería una suerte de “pase de carpetas con información que no aportará demasiado y que podremos correr el riesgo de quedar atados a definiciones de poder que no nos competen”.
En esta misma línea de análisis, el presidente electo no quiere dejarse apurar por la Casa Rosada. Ayer, Macri dijo que “no hay nada de transición”. Luego mandó al ministro de Justicia y de Defensa, Germán Garavano y Oscar Aguad, respectivamente, que plantearon abiertamente que “la transición se da si hay posibilidad de compatibilizar y de transmitir experiencias; si no, no hay transición”.
Fernández no quiere “compatibilizar ni compartir las experiencias” de Macri, según abonó otro referente del equipo del presidente electo.
De esta manera, lo que parecía encaminarse hacia una transición con reunión de equipos de cada lado e intercambio de información como se había deslizado después de la reunión de Macri y Fernández poco después de los comicios quedará en la nada. El presidente electo ordenó a todos sus dirigentes que no haya diálogo alguno con el Gobierno.
Ayer, Infobae confirmó de parte de al menos cinco ministros de Macri que no hubo hasta ahora contacto alguno con referentes de Fernández. Y al mismo tiempo, varios dirigentes del Frente de Todos que trabajan en estas horas en las oficinas de Puerto Madero confirmaron que “no hay reuniones ni intercambio de llamados por la transición”.
En tal caso, lo que se podría dar según los cálculos del equipo del presidente electo es un simple traspaso de datos de cada ministerio a las oficinas de Fernández. Nada más.
Reuniones de “gobierno”
En la práctica, Fernández ya empezó a trabajar activamente como un presidente en ejercicio. Desde las oficinas en Puerto Madero dialoga con presidentes de la región, está cerrando un viaje para el 24 de noviembre a Italia y Francia, se reúne con gobernadores y dialoga con el FMI.
Ayer, fue otro día activo del presidente electo. Recibió al gobernador de Chubut Mariano Arcioni, cerró con los directores de la CAF un crédito por 4.000 millones de dólares para obras de infraestructura y dialogó por teléfono con Kristalina Georgieva, la directora del del FMI.
“Esta es la transición real. Lo otro es puro formalismo para Macri”, se jactó un allegado a Fernández sobre el frenético rítmo que le impone el presidente electo a las reuniones de Puerto Madero.
Fernández habló ayer con la jefa del FMI y le dejó en claro que “vamos a proponer un plan económico sostenible y un acuerdo de pago que podamos cumplir, pero sin más ajuste”. Los que escucharon la charla telefónica de Fernández con Georgieva aseguraron a Infobae que “hubo un detalle de los planes de gestión que hay para el nuevo gobierno argentino y se dejó aclarada la relevancia de la viabilidad fiscal” aunque deslizó que el nuevo gobierno no está dispuesto a hacer un mayor ajuste.
Al parecer, todo estaría encaminado para avanzar hacia una reestructuración de la deuda que deja Macri con el FMI.
También en las oficinas de Puerto Madero, Fernández recibió ayer al presidente Ejecutivo de la CAF-Banco de Desarrollo de América Latina, Luis Carranza, donde se ratificó el compromiso del organismo multilateral con los planes de desarrollo del nuevo gobierno con créditos por más de USD 4.000 millones.
Durante ese encuentro el titular de la Corporación Andina de Fomento manifestó su “confianza” en la economía argentina y anunció que la institución “fortalecerá la presencia en el país en los próximos 4 años”. Así le anunció a Fernández la puesta en marcha del millonario crédito para obras de infraestructura y energía.
Con el gobernador de Chubut el presidente electo se comprometió a dar una ayuda desde la Nación a una provincia que se encuentra endeudada y con graves problemas financieros al punto que tiene retrasos en el pago de salarios de estatales y docentes. “Fue una reunión muy buena, con Fernández tenemos muy buena sintonía y vamos a trabajar muy bien juntos”, expresó Alcioni a Infobae al salir de la reunión en Puerto Madero.
Esas reuniones y parte del esquema de trabajo en contacto con líderes de la región es lo que Fernández denomina la “transición real”, es decir la acción plena de gobierno sin estar aun en el gobierno.
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