Impasse de 24 horas. Eso es lo único que hay entre el anuncio de ayer de la renuncia histórica de Boca, River y San Lorenzo al comité ejecutivo de la AFA y las 24 horas de negociación que logró imponer la casa madre del fútbol argentino.
La reunión de Comité Ejecutivo que se desarrolló ayer en el predio de Ezeiza fue un fracaso. Si bien hubo sesión, con un grupo reducido de dirigentes, allí no pudo tratarse el tema de la Súper Liga. Uno de los primeros fue Jorge Milano, vicepresidente de Villa Dálmine, que explicó los motivos por los que no hubo quórum para fijar fecha de realización de la Asamblea Extraordinaria.
«Boca y River quieren ser Real Madrid y Barcelona de Argentina», disparó. Y siguió: «Ellos dicen que tiene a los Cristiano Ronaldo y Lionel Messi locales, y que generan muchos ingresos, pero la realidad es que el fútbol argentino no está preparado para una Súper Liga».
«¿Cómo les explicamos a los hinchas de los otros equipos que ya no podrán competir para salir campeones? La exposición de Javier Tebas fue muy buena, pero a él sólo le importa el aspecto económico. Por eso entendemos que Boca y River querían que no pasara de hoy la decisión», agregó el dirigente.
A última hora de ayer, trascendió que tras la reunión Daniel Angelici (secretario general), Rodolfo D’Onofrio (vicepresidente) y Matías Lammens (tesorero) habrían presentado su renuncia para dejar acéfala a la Asociación y generar un terreno propicio para que el Gobierno Nacional, principal socio de la AFA, pueda designar a un interventor.
Desde otro deporte, el rugby, también opinó Agustín Pichot, quien dijo: «Si la ganancia es sólo para los clubes grandes lo que se logra es matar a los más chicos. Los ingresos tienen que ser utilizados también para darle la posibilidad de competir a los clubes con menos recursos. Tiene que tener una lógica como en el rugby, donde los clubes que más ingresos tienen deben compartir con los que cuentan con menos y esa es una regla del deporte mundial».